Harli Jordean es un apasionado de las canicas de toda la vida (tiene ocho años, eso no tiene gran mérito) y vio en las bolas un buen negocio del que sacar un dinerillo extra para pagarse los caprichos.
Cuentan los tabloides británicos, que descubrió su afición por este juego a los seis años y dos años después comprobó que eran una oportunidad de negocio. Y fue por casualidad.
Perdió sus canicas en el colegio y pidió a su madre que le comprara a través de Internet unas nuevas. Después de buscar y buscar comprobaron que había pocas webs en las que comprar canicas, de modo que Harli decidió rellenar ese hueco con su Marbleking (el rey de las canicas… el sobrenombre se lo puso él mismo).
Según recogen varias webs británicas, nuestro rey de las canicas gana miles de libras y realiza envíos a numerosas partes del mundo. El producto más caro de su tienda cuesta unos 700 euros, pero también se pueden adquirir pequeñas cantidades de las clásicas canicas de colores.
Dice 20Minutos que seguramente le habrá echado un cable su madre (Tina, de 51 años, que dice que solo le ayuda a cuadrar cuentas), aunque la prensa internacional prefiere contar que el negocio ha crecido tanto que el pequeño se ha visto obligado a contratar a su madre y a sus dos hermanos mayores.