En el caso de España, esta brecha se amplía hasta once veces
La desigualdad entre ricos y pobres ha alcanzado su nivel más alto en 30 años. Así de rotunda es la conclusión a la que ha llegado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe elaborado por la institución internacional en el que España se sitúa ligeramente por encima del promedio.
El documento analiza hasta el año 2008, es decir, que no ha calculado hasta cuánto se han incrementado la brecha entre ricos y pobres con la crisis. Aún así, el informe señala que los ingresos medios del 10% más rico en el conjunto de la OCDE suponen actualmente nueve veces más que los del 10% más pobre.
En el caso de España, esta brecha se amplía hasta once veces. En concreto, el ingreso medio del 10% de la población española con mayores ingresos era en 2008 alrededor de 38.000 euros, es decir once veces mayor que el del 10% de la población española con menores ingresos (3.500 euros de menos).
«La desigualdad (en España) ha disminuido desde mediados de los años 80, contrariamente a lo ocurrido en la mayoría de los países de la OCDE, donde ha habido una tendencia importante al alza en los últimos 25 años. Sin embargo, datos nacionales recientes muestran que la desigualdad se ha incrementado en los dos últimos años», destaca la institución.
En su informe también aprecia una menor diferencia de salarios entre los trabajadores mejor y peor remunerados, ya que la brecha de salarios entre el 10% más alto y el 10% más bajo disminuyó en España un 20% entre el 1994 y el 2008, mientras que en el mismo período, se incrementó prácticamente en el resto de los países de la OCDE.
A nivel general, el documento constata un incremento generalizado de las desigualdades entre los que más ingresos tienen y los que menos, aunque subraya que esta brecha es todavía mayor en aquellas economías al margen de la institución, como Brasil, donde se registra una diferencia de 50 veces a una.
La brecha se ha agrandado incluso en los países donde tradicionalmente ha habido más equilibrio, como Alemania, Dinamarca y Suecia, de 5 veces a una en 1980 a seis veces a uno en la actualidad. Esta desigualdad es mayor, de 10 a uno, en Italia, Japón, Corea y Reino Unidos mientras que en Israel, Turquía y EEUU alcanza las 14 veces a uno.
«El contrato social se está empezando a deshacer en muchos países. Este estudio hace desvanecerse la asunción de que los beneficios del crecimiento económico goteará automáticamente a los desfavorecidos y que la mayor desigualdad fomenta la movilidad social. Sin una estrategia para el crecimiento inclusivo, la desigualdad seguirá creciendo», advirtió ayer el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, que añadió que no hay «nada inevitable entre estas altas y crecientes desigualdades».