O'Connell empezó a darse cuenta de que pasaban los meses y su esposa gozaba de buena salud, por lo que acudió al médico
Cualquier cosa para tener una boda de ensueño. Eso es lo que debió pensar Jessica Vega, de 25 años, una mujer que ha sido detenida en Nueva York después que fingiera sufrir un cáncer terminal para así recibir donativos y con ese dinero poder pagarse el enlace.
La Fiscalía General de Nueva York acusa a Vega, que recibió miles de dólares de personas solidarias, de estafa, hurto mayor y falsificación de documentos. La mujer se enfrenta así a una pena máxima de 20 años de prisión.
Según ha explicado la fiscalía, Vega, vecina del condado de Orange, anunció en la primavera del 2010 que padecía un cáncer terminal y apenas le quedaban unos meses de vida, por lo que empezó a pedir donaciones para disfrutar de una boda de ensueño antes de morir.
Así recibió miles de dólares que le permitieron, en mayo de ese año, primero celebrar por todo lo alto su enlace y luego irse de luna de miel a un hotel de cinco estrellas en Aruba.
Sin embargo, poco después se descubrió que Vega ni estaba a punto de fallecer ni padecía cáncer, algo que ni siquiera había confesado a su entonces nuevo marido, Michael O’Connell.
O’Connell empezó a darse cuenta de que pasaban los meses y su esposa gozaba de buena salud, por lo que acudió al médico que ella aseguraba que le había diagnosticado, que le dijo que jamás había atendido en su hospital a Vega.
Eso precipitó el divorcio de la pareja y que el esposo decidiera contar el caso a la prensa local y denunciarlo ante la justicia.
«Al mentir sobre su enfermedad terminal, Vega se aprovechó del buen corazón y la generosidad de su comunidad», indicó en un comunicado el fiscal general neoyorquino, Eric Schneiderman, quien subrayó:
«Deberá rendir cuentas por haber engañado a la gente».