El Parlamento Europeo aprobó este 20 de abril de 2012 por una inmensa mayoría las primeras represalias de la UE contra Argentina por la expropiación de YPF.
Mayoría de la que lamentablemente se desmarcó la mayoría de los eurodiputados del PSOE -sólo 5 votaron a favor y 4 se abstuvieron-, que no apoyaron la propuesta más dura: la suspensión de las ventajas arancelarias que mantienen en la UE los productos argentinos.
El eurodiputado Enrique Guerrero justificó esta postura en que el PSOE está «por una solución del conflicto basada en la negociación», en una flagrante contradicción con la postura de los dirigentes socialistas.
Rubalcaba afirmaba el pasado lunes que el PSOE «respalda al Gobierno en las medidas que tenga que tomar en defensa de los intereses de las empresas españolas» y en el mismo tono mantuvo una conversación con Antonio Brufau, presidente de Repsol.
Los socialistas deben explicar esta sorprendente incongruencia. Con todo, el acuerdo de la Eurocámara supone un apoyo muy importante para España, que se suma a las restricciones a la importación de biodiésel argentino que aprobó ayer el Consejo de Ministros.