De las víctimas, 17 son efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada)
La refinería de Amuay, en la península de Paraguaná, en el norte de Venezuela, ha registrado una gran explosión como consecuencia de una fuga de gas dejando hasta el momento 39 muertos y más de 80 heridos, según ha informado el vicepresidente del país, Elías Jaua, al canal estatal Venezolana de Televisión.
De las víctimas, 17 son efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada), debido a que las instalaciones del Destacamento 44 de ese cuerpo, encargado de la vigilancia de la refinería, se han visto afectadas directamente por la explosión.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunciado que ha ordenado una «investigación profunda» sobre la explosión.
«He ordenado una investigación profunda sobre estos hechos, sobre sus causas y además hay que determinar bien las causas, efectos y tomar las acciones que haya que tomar», indicado Chávez en un mensaje telefónico transmitido por el canal de televisión estatal.
«Quiero transmitirles el profundo dolor que embarga mi corazón mi alma desde esta madrugada, cuando comencé a tener información desde el lugar de los acontecimientos de esta tragedia».
«He decidido decretar un duelo nacional de tres días, decretar tres días de duelo nacional, porque esto nos afecta a todos, a la gran familia venezolana (…) en verdad que es muy lamentable, muy doloroso».
Previamente, la ministra de Salud, Eugenia Sader, había confirmado a la prensa que 86 personas fueron ingresadas en el hospital Rafael Calle Sierra de la ciudad de Punto Fijo, donde se encuentra la refinería.
De ellas, 77 han sido dadas de alta porque tenían quemaduras leves o fueron trasladadas a un hospital en el vecino estado de Zulia (oeste), y otras cinco están siendo tratados en Punto Fijo (528 kilómetros al oeste de Caracas).
Aún no se han determinado las causas que produjeron la fuga de gas que provocó la explosión. Sí se ha explicado que el estadillo generó fuego en al menos dos tanques de la instalación industrial y que la onda expansiva ha producido derrumbes y roturas en viviendas cercanas.
Lugo indicó que «todavía existe mucho pánico en la población, la gente está muy asustada», aunque ya se han evacuado las zonas correspondientes y están activados todos los servicios de emergencias de bomberos, ambulancias y protección civil para afrontar la situación.
Añadió que «todavía hay fuego muy alto» en la refinería porque se consumen los hidrocarburos, pero «no hay riesgo» de que se produzcan nuevas explosiones.
Previamente, el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, informó de que «la onda explosiva fue de una magnitud importante de forma que hay daños apreciables en alguna infraestructura y viviendas» que incluso se derrumbaron.
La explosión afectó la zona de las esferas en las que se depositan gases de diferente tipo como parte del proceso industrial de refino.
Ramírez indicó que ya se ha eliminado «cualquier posibilidad de expansión del fuego» y se trabaja en el control de los focos de incendio mientras personal militar y de la industria realizan tareas de revisión e inspección para la identificación de heridos.