La causa se debe a la falta de materiales para fabricar los féretros
En Venezuela la escasez de productos básicos no solo afecta a los vivos, ahora también los difuntos no tienen dónde ser enterrados ya que el desabastecimiento de materias primas se ha sumado incluso a la privación de ataúdes.
La cosa está tan mal que los pobres venezolanos han tenido que prestarse entre sí las cajas funerarias o incluso viajar a la vecina Colombia para conseguirlas.
El proceso de enterrar a los muertos en este país, que tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo, es por tanto harto complicado.
La causa se debe a la falta de materiales para fabricar los féretros lo que ha obligado a las empresas del sector a reducir la producción entre un 20 y un 30%, según informa la agencia The Associated Press.
Según la agencia de noticias, los fabricantes de ataúdes de Venezuela han estado reclamando más material desde inicios de año.
FALTA DE MATERIALES
Se han estado enfrentando a grandes dificultades para obtener las láminas de metal necesarias para confeccionar los féretros. Ante el problema, las autoridades chavistas no se han referido todavía a esta presunta escasez de láminas y a las carencias en la producción.
De acuerdo a Reuters, algunas funerarias están alentando a los clientes a realizar un proceso de cremación, para que así el ataúd sea solo usado durante el velorio y pueda ser «reciclado».
Esto ha provocado que las cremaciones en el Cementerio del Este de Caracas hayan subido un 50 por ciento en los últimos meses, a 12 por día desde las ocho previas, de acuerdo a un empleado del lugar.
La merma en Venezuela
En el último año la inflación en Venezuela se ha situado en torno al 60 por ciento y con ella ha empeorado la falta de productos básicos como el papel higiénico y de periódicos en Venezuela.
Desde 2013 la merma en la entrega de las divisas oficiales ha ocasionado la suspensión de suministros de materias primas, equipos y repuestos desde el exterior, lo que ha llevado a la paralización de la producción en algunas empresas generando problemas de desabastecimiento.
Venezuela ha registrado en los últimos siete años la mayor tasa de inflación de la región a pesar de tener control de precios y de cambios desde el 2003.
La existencia de estantes vacíos en los mercados y farmacias de la capital se hace cada vez más palpable mientras se observan en algunos grandes supermercados largas filas de personas comprando todo tipo de productos que logran conseguir luego de visitar varias tiendas y de varios días de búsqueda.