Ojo a la forma de pago que se impone por defecto
El interés por comprar a plazos, la cuota de emisión o los seguros que incluyen son algunas de las cuestiones que tendrás que analizar antes de elegir una tarjeta de crédito.
En Kelisto te dan todas las claves para que tomes la mejor decisión.
«Pese a que muchos consumidores puedan pensar lo contrario, las tarjetas de crédito son un producto complejo, por lo que es necesario analizar detenidamente su letra pequeña.
Existen aspectos aparentemente muy sencillos, como la cuota que cobra el banco por su mantenimiento, que pueden dar lugar a confusión y, en última instancia, salir muy caros al usuario.
De hecho, según un estudio elaborado por Kelisto.es, el 55% de las tarjetas de crédito que se publicitan como «gratuitas» dejan de serlo a partir de su segundo año de vida, cuando empiezan a aplicar una comisión anual que, de media, se sitúa en 32 euros, pero que puede llegar hasta los 47 euros», asegura la portavoz de Finanzas Personales de Kelisto, Estefanía González.
Las tarjetas de crédito se han convertido en el medio de pago por excelencia para muchos consumidores. De hecho, un usuario medio cuenta con 2,3 tarjetas de crédito, frente a 1,1 de débito. Pese a que su funcionamiento es sencillo, los contratos de las tarjetas de crédito incluyen muchos aspectos en los que habrá que detenerse antes de tomar una decisión.
1. Analiza cuánto te cobran por emitir la tarjeta y por renovarla
Uno de los costes más habituales de las tarjetas son las comisiones de emisión y renovación. Por tanto, no solo hay que prestar atención a lo que nos cobra el banco por disponer de la tarjeta el primer año sino, además, en si ese coste cambia a partir del segundo ejercicio. En ING Direct, si tienes una Cuenta Nómina o una Cuenta Sin Nómina, disfrutarás de tarjetas totalmente gratuitas año tras año: no tendrás que pagar ninguna comisión por emisión, ni por renovación, ni por solicitar tarjetas adicionales. Lo mismo sucede con algunas de las tarjetas de crédito que no requieren que el cliente cambie de banco, como la Visa Avantcard, la Obsidiana o la Barclaycard.
2. Revisa el interés por comprar a plazos
Las tarjetas de crédito permiten disponer de un dinero por adelantado sin necesidad de que tengas esa cantidad en tu cuenta. Por tanto, funcionan igual que si el banco te estuviera concediendo un préstamo, de ahí que te cobren intereses por aplazar las compras. Ahora bien, las diferencias entre unas ofertas y otras pueden ser considerables. Por ejemplo, entre las tarjetas de crédito que no te obligan a cambiar de banco, la que tiene un interés más bajo esla Visa AvantCard, que tiene una TAE del 21%. En cambio, tarjetas como la de las tiendas de bricolaje Akí aplican hasta un 29,89% TAE en los pagos aplazados.
3. Comprueba qué seguros incluye
Algunas tarjetas incluyen diferentes seguros que pueden ser de utilidad, por ejemplo, cuando salgas de viaje. Ahora bien, para comprobar si son suficientes para cubrir tus necesidades, deberás leer la letra pequeña de tu contrato y chequear qué coberturas incluye, en qué circunstancia o cuál es su valoración económica.
4. Revisa en qué condiciones aplica descuentos
Algunas tarjetas de crédito descuentan un porcentaje de las compras que se realicen con la tarjeta. Eso sí, antes de saber si este tipo de promociones son interesantes para ti, debes analizar tres cosas. La primera, si los descuentos se aplican sea cual sea el formato de pago elegido, es decir, tanto si pagas a final de mes como si lo haces de forma aplazada (que suele ser lo más habitual).La segunda, en qué sectores se efectúa el descuento: en algunos casos, se aplica a todos (como ocurre con la Visa Barclaycard) y en otros, solo al comprar algunos establecimientos (por ejemplo, con la Visa 1,2,3 de Openbank). Por último, revisa si los descuentos se mantienen en el tiempo. Por ejemplo, la Visa Obsidiana efectúa un descuento del 5% en las compras durante el primer año y, a partir del segundo, del 3%.
5. ¿Dónde puedes usar su programa de puntos?
Algunas tarjetas de crédito (sobre todo las que te obligan a vincularte con el banco) ofrecen puntos de algún programa de fidelización que puede ser de utilidad para ahorrar. Ahora bien, hay que saber si estos puntos se pueden usar para lograr descuentos en un amplio catálogo de marcas (como ocurre con la tarjeta Sendo de Iberiacard) o si solo se pueden usar en establecimientos concretos (como con la Tarjeta Pass, de Carrefour)
6. Ojo a la forma de pago que se impone por defecto
Es muy importante leer el contrato para comprobar si el pago aplazado es la opción por defecto que tiene la tarjeta, ya que se trata de un formato que implica un coste extra. También tendrás que comprobar si la opción de pago a final de mes no implica el pago de ningún interés.