"La vida es corta. Ten una aventura"

El negocio de las infieles esposas por Internet no tiene quien le embista

Ashley Madison busca "facilitarn que las mujeres se igualen a los hombres"

El negocio de las infieles esposas por Internet no tiene quien le embista
Ashley Madison PD

Noel Biderman habla como un director ejecutivo de tecnología al uso: salpica su discurso de palabras como «rupturista» y, por supuesto, su start-up no es sólo un negocio, sino un instrumento de «impacto social».

«Estoy facilitando que las mujeres se igualen a los hombres», dice sobre AshleyMadison.com, una página de internet que creó en 2001.

Se está refiriendo a que Ashley Madison es el portal para engañar a los esposos. Su lema es poco sutil: «La vida es corta. Ten una aventura».

Biderman, un antiguo abogado deportivo que dice que a menudo se vio obligado a tratar con las consecuencias de las aventuras de sus clientes, insiste en que está ayudando a las mujeres a equipararse con los hombres.

Y no se refiere a darles el mismo salario o más formación, sino a posibilitarles que los engañen tanto como ellos lo hacen.

«Hay un gran negocio, desde burdeles a agencias, que se dirige a los hombres. Yo realmente quería enfocarme hacia el lado femenino de la ecuación»,

asegura.

Es por lo que él bautizó a su página Ashley Madison, dos de los nombres de niñas más populares en EE.UU en el momento.

Sea cual sea la opinión sobre esta propuesta igualitaria, su apuesta a que la infidelidad puede ser rentable parece correcta: la compañía, que permite a las mujeres usar el portal de manera gratuita pero cobra a los hombres por crear perfiles y enviar mensajes, consiguió US$150 millones de ingresos en 2014.

Pero, ¿alguien querría invertir públicamente en infidelidad?

Las «rentables acciones del pecado»

Esta no es la primera vez que el grupo que maneja esta web, Avid Media Life (que dirige otros sitios de citas) ha tratado de sacar acciones al mercado.
En 2011, la compañía intentó hacerlo en Toronto (Canadá) pero se vio obligada a retirarse cuando la Bolsa de la ciudad y los inversores se resistieron a la propuesta.

La web se encuentra ahora en 46 países y cuenta con 30 millones de miembros a nivel mundial.

Biderman ahora piensa que Londres sería una mejor apuesta, porque es una ciudad que se siente más cómoda con «el pecado o los negocios controvertidos».

En definitiva, piensa que los inversores europeos podrían estar dispuestos a pasar por alto algunas cosas si las cifras de negocios se ven bien.

Y algunos datos respaldan su teoría: hay estudios que dicen que las inversiones en «acciones de pecado» pueden comportar una rentabilidad anual del 19%.

Un negocio controvertido

Pero Biderman reconoce que las actitudes públicas hacia la infidelidad podrían llevar a la empresa a dar marcha atrás en sus intenciones.

«Pienso que, por desgracia, la infidelidad es el último bastión de la moralidad. Nos sentimos a gusto con relaciones interraciales, nos sentimos más cómodos con las del mismo sexo, pero la infidelidad, que tiene una larga historia, tiene que ser borrada».

La BBC contactó con más de una docena de inversores y analistas para preguntarles por su opinión sobre el modelo de negocio de Ashley Madison. La mayoría no respondió o declinó opinar siendo citado.

«No estoy dispuesto a participar en este debate, ya que sé que es un tema algo controvertido», dijo uno de ellos.

La mayoría de las empresas de análisis de datos no hace un seguimiento de su web e, incluso, algunos cuestionan los números de la empresa después de que antiguos empleados y usuarios se quejasen de la avalancha de perfiles falsos en el portal.

La compañía admite igualmente que muchas personas se inscriben y en realidad nunca hacen nada, lo que es un problema potencial para la firma.

Y, por supuesto, tiene competencia.

Gleeden, un servicio de infidelidad lanzado en Francia en 2009, asegura tener 2.600.000 usuarios, sobre todo en Europa. Aseguran ofrecer una alternativa de «buen gusto» a páginas como Ashley Madison, la cual puede tener perfiles bastante explícitos.

Las cuestiones legales pueden suponer también un problema para las empresas de infidelidad. Singapur rechaza permitir estos portales y Corea del Sur cerró Ashley Madison al principio. También Gleeden fue demandado recientemente en Francia.

Por último, aunque la empresa afirma que es el segundo mayor sitio de citas del mundo (tras Match.com) y que el grupo de los casados es significativamente mayor que el de solteros, la realidad es que todavía tiene que hacer frente a la competencia de los sitios de citas tradicionales.

¿Cuestiona su negocio la monogamia?

Manuel Montevidoni, director financiero de Gleeden no entiende por qué Ashley Madison busca financiación, pero apoya sus esfuerzos.En su opinión, su campaña puede concienciar a la sociedad de la ubicuidad de la infidelidad y permitirá un mejor conocimiento de lo que defienden ambas empresas: que es un aspecto fundamental no sólo del matrimonio sino de la naturaleza humana.

«Estamos demostrando a la sociedad algunos datos recién descubiertos que pueden hacerles pensar diferente acerca de las leyes y la monogamia», dice por su parte Biderman.

«Un profundo legado que hay que dejar atrás», concluye.

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