Si la economía venezolana ya estaba convaleciente, con la “usurpación” de Nicolás Maduro se ha terminado que quedar catatónica. El reconocido economista Pedro Palma afirma que, durante los últimos meses, se ha venido trabajando en el diseño de un plan de estabilización de la economía venezolana para ser implementado tras la salida de Nicolás Maduro del poder y el regreso a un sistema político democrático. (Rosana Sosa: “Trabajamos para incautar los bienes y activos de corruptos venezolanos en el exterior”)
No obstante, reconoce la dificultad de este plan que requiere unos 80.000 millones de dólares y, por ende, la necesidad de contar con el apoyo de organizaciones, gobiernos y entidades internacionales para, al menos, frenar la hiperinflación que somete a toda la población. “Con un gran número de personas que están diariamente buscando sus alimentos en las basuras del país”, apunta a PD América. (El dólar negro explota en Venezuela con la usurpación de Nicólas Maduro)
En este sentido, asegura que “es necesario que los recursos sean obtenidos de organismos multilaterales, como son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (CAF), entre otros. Así como de donaciones por parte de otros gobiernos, condonación de parte de la deuda y de renegociación de los préstamos que se han acordado con naciones como Rusia y China”. Un proceso que considera clave para contar con los recursos necesarios para el proceso de estabilización, que devolvería al país a los niveles previos al chavismo.
Las medidas más urgentes
Palma indica que, en una primera etapa, habrá que hacer esfuerzos como implementar una “disciplina monetaria y fiscal, buscando el equilibrio de las finanzas públicas”. En este sentido, reconoce que será necesario aumentar los ingresos del sector público, por lo que no descarta la necesidad de un incremento de los impuestos, así como en el precio de los servicios públicos y de incluso la gasolina. Al mismo tiempo que se hacen recortes en aquellas áreas que no sean estratégicas o que no tengan un impacto real sobre el bienestar de la población.
El economista venezolano también está a favor de implementar una privatización de un gran número de empresas públicas que, durante los años de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, se han venido expropiado y sumando al sector público. “Sin dejar de lado los esfuerzos por la captación de la inversión extranjera, recuperar la confianza que se ha ido perdiendo y lograr la fórmula para que vuelvan a apostar por el país”, puntualiza.
