Estados Unidos suspendió el programa de entrenamiento de pilotos turcos para volar el el F-35 Lightning II, un día después de que anunciara la suspensión de todos los envíos a Turquía vinculados a los avanzados aviones de caza estadounidenses después de que Ankara adquiriera los sistemas antimisiles rusos S-400. ( Así prueba China esta nave hipersónica capaz de «superar cualquier sistema antimisiles» )
La suspensión del entrenamiento fue reportada por la agencia turca Anadolu, citando al senador estadounidense James Inhofe. ( Los rusos prueban con éxito su nuevo proyectil antimisiles)
En tanto un portavoz del pentágono había señalado el domingo que «a la espera de una decisión inequívoca de Turquía de que va a renunciar al envío del S-400, los envíos y las actividades asociadas a la puesta en marcha de las capacidades operacionales de los F-35 de Turquía han sido suspendidos. Nuestro diálogo con Turquía sobre este asunto importante continúa», de acuerdo a la agencia AFP.
El gobierno turco ha firmado un acuerdo con Rusia para comprar el dispositivo de defensa contra misiles S-400, cuya entrega comenzará este verano boreal. Pero el pedido afectó negativamente durante meses las relaciones entre Ankara y Washington, aliados dentro de la OTAN.
Estados Unidos dice que los S-400 no son compatibles con los equipos de la OTAN y temen que este sistema ruso ultra sofisticado penetre los secretos tecnológicos del avión militar F-35 de Estados Unidos, que Turquía también se comprometió a comprar.
En particular se teme que si los S-400 son integrados a los sistemas de defensa turco, intercambiarán información con los F-35 y esa información puede llegar a Moscú, con o sin intención de parte de los turcos.
Turquía recibió en 2018 sus dos primeros F-35 y planea comprar cien aviones de la versión A del aparato, la más convencional. En consecuencia, los pilotos turcos ya habían comenzado a entrenar con sus homólogos en Estados Unidos.
De hecho, Turquía ha invertido alrededor de mil millones de dólares en el programa de desarrollo del caza como miembro de la OTAN y con la expectativa de equipar a su flota con la aeronaves. Por lo que cualquier decisión de Washington de evitar la llegada de aviones de combate podría considerarse un incumplimiento de contrato.
«Estados Unidos continúa advirtiendo a Turquía de las consecuencias negativas de su anunciada adquisición del S-400″, dijo el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, quien alegó que se busca «proteger las inversiones compartidas realizadas en nuestra tecnología».
«Esto está poniendo en peligro la continuidad de participación de Turquía en el programa F-35″, insistió.
El ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, denunció el viernes la presión de Estados Unidos como «contraria al derecho internacional».
En total 12 países han participado del programa del F-35, según reportó CNN. Entre estas nueve formaron parte del equipo desarrollador: Estados Unidos, Turquía, Reino Unido, Italia, Holanda, Canadá, Australia, Dinamarca y Noruega. En tanto se le ha permitido también a Israel, Japón y Corea del Sur comprar el nuevo caza.
De este grupo de países, todos han recibido ya sus primeras dotaciones de F-35 excepto por Canadá, Dinamarca y Turquía, sin contar las dos unidades de pruebas entregadas al país.
El Lockheed Martin F-35 Lightning II es el caza más avanzado fabricado por Estados Unidos. Se trata de una aeronave furtiva multipropósito cuyas reales capacidades son motivo del máximo secreto militar.
Su prototipo voló por primera vez en 2006 y el primer escuadrón entró en servicio en 2015. En tanto su bautismo de fuego ocurrió en 2018, operado por la Fuerza Aérea de Israel.
Se ha convertido en el caza de primera línea de la OTAN y se fabrica en tres versiones. La A es la convencional y está destinada a la Fuerza Aérea; la B puede despegar y aterriza verticalmente y está diseñada para el cuerpo de Marines u otras fuerzas que requieran flexibilidad; y la C es la versión naval, con mayores dimensiones y adaptada para operar desde portaaviones.