España no importó crudo originario de Venezuela por primera vez en ocho meses el pasado mes de mayo, cuando las importaciones totales crecieron un 5,5% en tasa interanual, hasta alcanzar las 5.780 kilotoneladas (kt), según los datos de la Corporación Española de Reservas Estratégicas (Cores).
Pese al repunte de mayo, se registraron ligeros descensos tanto en el acumulado anual (-1,1%), como en el año móvil (-0,6%). En mayo se importaron 28 tipos de crudos de 14 países. El principal suministrador de crudo fue Nigeria (991 kt), que aumentó un 15,8% respecto al mismo mes de 2018.
Le siguen Arabia Saudí (845 kt) y Libia (827 kt), ambos con notables incrementos, del 23,9% y del 146,1% respectivamente. Asimismo, destacan las importaciones de Rusia (478 kt), las mayores desde octubre 2016, y las de Irak (566 kt), que aumentaron un 75,8% interanual.
El crudo procedente de los países miembros de la OPEP alcanzó el 58,4% del total en el mes, con un aumento del 15,7%, mientras que el crudo No-OPEP disminuyó un 6,2%. Las importaciones de la OPEP también presentaron ascensos en el resto de los períodos de análisis, del 2,5% en el acumulado anual y del 5,6% en el año móvil.
En este sentido, África (35,4%) es la principal zona de abastecimiento y la única área que aumentó sus importaciones (un 37,5% respecto a mayo 2018), junto con Europa y Euroasia (+41,0%). Por contra, descendieron las aportaciones del resto de zonas: América Central y del Sur (-68,4%), América del Norte (-24,4%) y Oriente Medio (-1,1%).