La Secretaría del Migrante con sede en Milano también confirmó la presencia de pocos ecuatorianos en Coccaglio
Seis inmigrantes ecuatorianos que viven en la población de Coccaglio, provincia de Brescia (norte de Italia), están «a salvo» de la operación limpieza denominada Blanca Navidad, que fue iniciada hace más de un mes por el Municipio de dicha ciudad para expulsar a quienes se encuentren sin papeles.
«Los ecuatorianos de nuestros registros tienen documentos, trabajan y habitan regularmente aquí, no nos dan ningún problema» aseguró a este Diario Agostino Pedrali, asesor de servicios sociales del Municipio de la localidad.
El funcionario señaló que por motivos de privacidad no podía revelar datos personales de los connacionales pero, aseguró, son pocos y están «a posto (en regla)».
Según Pedrali, el control sobre la inmigración clandestina que se lleva a cabo está dentro del contexto de la ley de seguridad italiana, que permite a los municipios «censar» su territorio en este tema.
La Secretaría del Migrante con sede en Milano también confirmó la presencia de pocos ecuatorianos en Coccaglio. «Nosotros tenemos a una sola señora en nuestros registros y hasta el momento no hemos sabido si algún compatriota ha tenido problemas por documentos en esa ciudad», indicó Marco Armijo, de la Senami.
El objetivo de la operación en Coccaglio es expulsar antes de la Navidad a los extracomunitarios (de países que no son de la Comunidad Europea) que no tengan papeles en regla. De los 7.000 habitantes de la pequeña ciudad, 1.500 son extranjeros.
El alcalde de Coccaglio, Franco Claretti, pertenece a la Liga Norte, partido conocido por sus tintes racistas.
El operativo consiste en que vigilantes del Municipio van a las viviendas de los extranjeros para revisar sus documentos personales y si no los tienen, son denunciados a la fuerza pública.
Rechazo del Vaticano
El Vaticano considera muy dolorosa y discriminatoria la operación. Así lo manifestaron ayer el arzobispo Antonio María Veglio, presidente del Consejo Pontificio para los Emigrantes y Refugiados, y el obispo Agostino Marchetto, secretario de ese departamento, durante la presentación del mensaje del Papa para la Jornada Mundial del Emigrante, que se celebrará el 17 de enero del 2010.
«Es una cosa dolorosa, discriminatoria», dijo Marchetto tras ser preguntado por la medida adoptada por Coccaglio.
Marchetto agregó que la Navidad celebra el misterio de la Anunciación de la Virgen y es una llamada a la acogida del Niño Jesús. También Jesús, como dice el Papa en su mensaje sobre los emigrantes, fue un refugiado en Egipto.