Veinte mil migrantes retornaron en 2009, informó Rafael Correa
Una de las buenas noticias del presidente Rafael Correa, en su reciente paso por Madrid, fue que Ecuador por primera vez recibe más ecuatorianos de los que se marchan. Veinte mil migrantes retornaron en 2009, informó el mandatario. ¿Qué encuentran las personas que vuelven? ¿Qué dificultades hallan para retomar su rutina de vida? Desde la Secretaría Nacional del Migrante responden a estas preguntas basándose en las vivencias de los ecuatorianos que cerraron su ciclo migratorio y volvieron a casa.
«Yo me voy a mi país a comer yuca, verde y pescado», dice Maritza Rueda después de haber vivido diez años. Esta ecuatoriana, sus dos hijas y su nieto están en la lista de retorno voluntario social que gestiona la Asociación Rumiñahui, con recursos del Ministerio de Trabajo e Inmigración y del Fondo Europeo para el Retorno. Mientras les consiguen los pasajes, están asiladas en la habitación que una amiga les deja. Con las maletas listas para ir al aeropuerto, como aparece en la fotografía.
El esposo de Maritza, Patricio Reyes, ya lleva un mes en Ecuador, en el cantón Balaogrande. Viajó con el apoyo de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), porque no quería perder el permiso de residencia permanente que tiene. El caso ameritaba la asistencia de la Senami: el banco les había quitado la casa que tenían y se apropió de las prestaciones por desempleo que tenía que recibir Patricio, que era el único que ingresaba dinero a la casa.
Patricio se adelantó a su familia para solicitar un préstamo del Banco de Fomento y adquirir un terreno para sembrar maracuyá y cacao. Hasta ahora todo ha ido bien. Le han dicho que puede calificar para el crédito. Él único contratiempo que ha tenido es no poder recuperar las herramientas para trabajar en el campo, la lavadora, los utensilios de cocina, la ropa y los juguetes que llevó en el container de un amigo. El problema, según le han explicado los agentes de aduanas, es que la persona que firma la carga ya ha hecho una importación en el último año y no tiene licencia para hacer más. «No estábamos informados de las leyes de acá», dice Patricio.
CONSEJO: La Senami tiene un convenio con la Corporación Aduanera Ecuatoriana para que los migrantes que vuelvan a Ecuador no paguen aranceles por el transporte del menaje de hogar, las herramientas de trabajo y los vehículos de uso familiar. En las oficinas de Madrid se puede informar sobre las navieras que ofrecen el valor más conveniente. Un funcionario de aduanas atiende los martes, miércoles y jueves. El servicio es gratuito.
Papeleo para recuperar las licencias de conducir
Patricia Guerrero es una quiteña que estudió dos postgrados en Madrid y después de diez años volvió a Ecuador. Entre sus trámites burocráticos estuvo el obtener nuevamente la licencia de conducir. «Me informé sobre los requisitos para homologar la licencia española por la ecuatoriana e hice todos los trámites. Tardé más de una semana, con el correspondiente desgaste de tiempo, y dinero, ya que todo tiene que ser notariado. Hasta tuve que pagar 18 euros por un certificado de Tráfico de España, que tarda más de un mes en emitirse», dice.
La sorpresa de Patricia fue que cuando iba a entregar toda esta documentación le dijeron que ella no tenía que hacer una homologación, si una recuperación de la licencia que había sacado en 1994.
CONSEJO: Informarse bien sobre el trámite que le corresponde. Las personas que han hecho la autoescuela en España tienen que homologar su permiso español, pero las personas que simplemente canjearon su permiso de conducir, tienen que recuperarlo. Los requisitos para la recuperación son más sencillos:
* Original y copia a color notariada de la licencia española
* Original y copia a color de la cédula de ciudadanía y papeleta de votación
* Una fotografía a color, tamaño carnet, actualizada
* Certificación original de los juzgados de tránsito, donde indique que la licencia no se encuentra retenida.
La papeleta de votación
La famosa papeleta de votación es necesaria para todo trámite en Ecuador y los ecuatorianos que retornen tienen que pagar las multas correspondientes a las elecciones que hayan estado ausentes. María García, que tuvo que buscar una plaza escolar para su hija, necesitó la papeleta de votación y aunque había sufragado varias veces en España le dijeron que eso no servía.
Su queja llegó hasta la mismísima representante de los migrantes en la Asamblea, Dora Aguirre, y las autoridades del Tribunal Supremo Electoral explicaron que aunque en la Constitución se diga que el voto en el exterior no es obligatorio, se cobra multa porque todavía no hay una ley que regule eso.
CONSEJO: Hay que prepararse a pagar 8 dólares por cada proceso electoral perdido y para los que vuelven con niños en edad escolar, asegurarse de llevar un certificado de notas del colegio y pedir uno extra de conducta, que aunque esto no es habitual en España, en Ecuador sí es un requerimiento.