El Defensor del Ciudadano en Granada, Melchor Sáiz Pardo, trasladará a la Fiscalía Superior el caso de unas 20 mujeres que supuestamente están siendo sometidas sexualmente y esclavizadas por un líder espiritual que dirige un centro de yoga en la capital granadina, después de que las familias de algunas de las posibles afectadas crean que sus hijas son víctimas de una secta con connotaciones delictivas.
En declaraciones a Europa Press, Pardo explicó que el gurú mantiene que las mujeres practican una religión de origen hindú, que son mayores de edad, y libres para elegir, mientras que los padres de las mujeres, de unos 30 años, sostienen que sus hijas han perdido mucho peso –algunas hasta 30 kilos–, han cambiado mucho su imagen física y han roto todo contacto con sus familias.
Según siempre la versión de los padres, cuando las víctimas acuden al centro de yoga –uno está ubicado en el centro de la ciudad y otro en el barrio del Zaidín– para recibir clases, éstas tienen que rellenar para ello un formulario en el que se les pregunta por su nómina, su patrimonio y su situación psicológica actual. A partir de ahí, comienza el distanciamiento de sus familias, a las que acaban acusando de impedirles «alcanzar la felicidad».
Sáiz Pardo, que apuntó la complejidad del caso al tratarse de mujeres mayores de edad y supuestamente conscientes de sus decisiones, se reunirá para tratar el tema con el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón el próximo miércoles a las 9,00 horas.
El caso de estas mujeres, del que hoy informa el diario ‘Ideal’ de Granada, salió a la luz en dos reportajes emitidos en televisión, en los que se advierte de la captación sectaria y del supuesto fraude cometido por parte del gurú, oriundo de Granada.