El gobierno de la Generalitat descarta legislar de forma específica para prohibir el uso del burka en todo el ámbito público de Cataluña porque considera que «ya hay las leyes y los instrumentos suficientes» para afrontar problemas relacionados como pueden ser la «coacción» o la vulneración de derechos básicos.
El vicepresidente del gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, se ha referido en la rueda de prensa posterior a la reunión del gobierno de la Generalitat al hecho de que muchos ayuntamientos catalanes están aprobando mociones en las que se prohíbe el uso del burka y el niqab en espacios públicos municipales.
Según Carod-Rovira, «el Govern siempre ha dicho que nadie debería ir por las calles con la cara tapada, ya sea por un casco, un pasamontañas o una capucha, ni tampoco por un tejido como puede ser el burka», y esto, ha añadido, «puede ser por 70.000 motivaciones distintas», bien sea por «seguridad, por dignidad o por simple integración».
Ha asegurado, en este sentido, que el uso del burka «no es un problema, es el síntoma, y hay que atacar las raíces del síntoma desde la mediación y el diálogo» con las comunidades religiosas que lo puedan usar.
En caso contrario, ha recalcado, «corremos el riesgo de hacer la bola cada vez más grande, y podríamos condenar a algunas mujeres a no salir de casa».
Sobre la posibilidad de que el burka quede limitado o prohibido por ley en consonancia, por ejemplo, con el anuncio realizado hoy por el gobierno español de modificar la Ley de Libertad Religiosa, Carod-Rovira ha señalado que en Cataluña «no tiene sentido legislar de forma especifica, porque las actuales leyes son más que suficientes para hacer frente a medidas de violencia o de coacción» que afectan a derechos básicos de las mujeres.
También ha hecho un llamamiento «al sentido de responsabilidad» «hablar con precisión y no confundir el burka con otras vestimentas», porque, según ha dicho, «en algunos diarios aparecen fotos que no se corresponden» con lo que es esta prenda.