La Policía Nacional ha detenido a seis personas como integrantes de una red que cobraba 3.000 euros a ciudadanos paraguayos por traerlos a España para trabajar ilegalmente.
Según informó la Policía, los arrestados, que también eran paraguayos, introducían en España a compatriotas que no disponían de autorización de residencia ni de trabajo.
La operación se inició a raíz de denuncias de ciudadanas paraguayas en las que declaraban ser víctimas de inmigración clandestina y explotación laboral. El grupo constaba de dos ramificaciones, una de ellas asentada en Paraguay y que se encargaba de las labores de captación, preparación del viaje y envío de las víctimas, mientras que la otra ramificación estaba en España.
La parte de la banda asentada en España explotaba laboralmente a las víctimas. Éstas eran obligadas a pagar una deuda económica contraída por los gastos del viaje, que ascendía a 3.000 euros, cantidad que intentaban pagar realizando actividades laborales en el empleo sumergido.
PAGOS SEMANALES
Del estudio de los efectos intervenidos y de las declaraciones se ha podido constatar que las víctimas realizaban los pagos en aportaciones semanales o mensuales y debían satisfacer la deuda íntegra en un plazo máximo de seis meses.
A través de las gestiones realizadas por los investigadores, se consiguió identificar a los responsables de la organización. El grupo estaba compuesto por seis miembros en España y otros tres residentes en Paraguay, familiares de las personas que operaban en territorio español.
Los captadores de potenciales víctimas se encargaban de localizar a personas con necesidades económicas que querían trasladarse a Europa para mejorar su situación. También ponían en contacto a las víctimas con el responsable de una agencia de viajes en Ciudad del Este (Paraguay) para gestionar el vuelo.