La directora General de Políticas de Integración del Ministerio de Trabajo e Inmigración, Estrella Rodríguez, considera que España ha superado ya una «primera fase de acogida» de inmigrantes y ahora toca «cambiar el discurso» y dejar de distinguir entre extranjeros y españoles, ya que «muchos tienen permisos de larga duración y otros tantos están nacionalizados» de forma que «todos son ciudadanos».
En una entrevista con Europa Press, Rodríguez ha señalado que éste será el espíritu del nuevo Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración (PECI) en el que comenzará a trabajar el Gobierno a la vuelta de verano para dar continuidad al actualmente vigente, que arrancó en 2007 y vence este año.
Rodríguez parte de la idea de que cuando se aborda la integración «no se habla de políticas específicas para la población inmigrante, sino de normalización y de igualdad de derechos y oportunidades» y por eso, cuando se diseñan medidas para el empleo o el crecimiento económico no se debe distinguir entre nacionales o foráneos sino hablar de «una mejora de la riqueza de este país, de su capital humano, que hoy es diverso».
«Somos todos ciudadanos de este país que tenemos unas deficiencias o unas carencias y tenemos que mejorar nuestra formación para ser más competitivos, porque la estructura económica que teníamos ya no va a ser igual y si empezamos a distinguir entre población inmigrante hablando de personas que llevan 10 años aquí, no avanzamos», ha explicado Rodríguez.
En su opinión, el PECI vigente «ha sido muy bueno» y «los principios que lo inspiran no deben ser modificados, pero las acciones sí porque la realidad es muy distinta a la de 2007 y como se va a elaborar en un proceso de discusión, van a ser los ayuntamientos, las ONG y los académicos quienes digan por dónde va la realidad y qué situaciones emergentes plantea».
En este sentido, defiende que la integración en la sociedad española de sus nuevos ciudadanos «se está produciendo bastante bien, sin especiales conflictos», aunque hay muchos retos que afrontar porque «pasados estos años en que se ha diseñado el marco y las políticas de integración y cooperación con las comunidades y los ayuntamientos, hay que abordar más las políticas de convivencia».
«Hemos financiado muchos programas de asesoría jurídica para conseguir la documentación, de primera acogida o de enseñanza de las lenguas y a lo mejor ahora hay que trabajar más en proyectos que apuesten por el refuerzo escolar, la convivencia en los barrios o la participación política y habrá que buscar iniciativas en las que la interculturalidad sea un diálogo permanente, para que podamos encontrar espacios comunes en la cultura, la música o la gastronomía, por ejemplo», ha explicado.
Asimismo, Rodríguez afirma que «habrá que reforzar» el conocimiento de las lenguas, porque si bien la experiencia previa «ha sido mucha y muy buena», se ha desarrollado de forma «desordenada» por lo que el PECI «quizá pueda recoger todas las mejores prácticas y reformular las políticas» sobre este asunto.
Otro «reto importantísimo» para la responsable de Integración es la educación superior, que hasta ahora no ha supuesto «problema» porque los hijos de los recién llegados eran pequeños y gozaban de escolarización automática, pero habrá que «empezar a analizar si abandonan o no la enseñanza obligatoria, si acceden o no acceden y en qué condiciones» a los estudios superiores.
LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACION
Rodríguez apunta además, que en el PECI «habrá que poner políticas para evitar la discriminación o los planteamientos xenófobos» ya que la labor de los poderes públicos es «potenciar todo lo positivo y prevenir, y si no se puede prevenir, luchar contra efectos indeseables».
En este sentido, se ha referido a las polémicas del año, el uso del ‘burka’, el empadronamiento de extranjeros y las preguntas que se les formulan para acceder a la nacionalidad, para afirmar que «a veces las percepciones no tienen que ver con la realidad, porque cuando se alimentan determinados discursos públicos y mediáticos, parece que la situación es más complicada de lo que es».
«Es como el ‘burka’, probablemente no haya en nuestro país y los debates hacen que se desdibuje la realidad», ha señalado la responsable de Integración, para incidir en que «la mejor política es la que puede prevenir estas situaciones» y destacar que los poderes públicos «tienen la obligación de dar la cara ante los problemas, si surgen».