El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, ha afirmado hoy en Bruselas que la libertad de circulación no puede ser «incondicional» en referencia a la deportación de miles de gitanos comunitarios procedentes de Rumanía y Bulgaria ordenada por el Elíseo.
«El logro europeo de la libertad de circulación es extraordinario pero no puede ser incondicional ni tampoco un pretexto para la realización de actividades ilícitas y, en particular, el tráfico seres humanos», ha afirmado Besson tras reunirse esta tarde con las comisarias europeas de Interior y Justicia, Cecilia Malmstrom y Viviane Reding.
Besson ha defendido ante Bruselas la compatibilidad de las deportaciones con el derecho comunitario y con «los valores de la República» y ha pedido a la CE cooperación para luchar contra las mafias que trafican con seres humanos y en favor de un plan de integración de la comunidad romaní en los Veintisiete.