España es uno de los países de la Unión Europea donde vive un mayor porcentaje de ciudadanos extranjeros
La política migratoria del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, comienza a tener sus efectos negativos en nuestro país. Según advierten desde el sindicato mayoritario de los Mossos d’Esquadra, SAPUGT, los gitanos de origen rumano expulsados de territorio galo eligen ahora España como destino.
Las autoridades barcelonesas temen que en los próximos días se convierta en una llegada masiva lo que hasta ahora es un goteo constante a través de las principales estaciones de autobuses y de trenes de la Ciudad Condal. Según estas fuentes, «España es un coladero de ilegales», favorecido por la política de inmigración del Gobierno Zapatero.
La política del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en materia de inmigración, además de generar polémica en el ámbito internacional, empieza a ocasionar consecuencias negativas para España.
La ofensiva emprendida por el presidente galo el pasado mes de julio cuando anunció la deportación de cerca de 700 gitanos, fruto del desmantelamiento de medio centenar de campamentos ilegales, está provocando la llegada de inmigrantes rumanos y búlgaros a las principales ciudades españolas.
FUTURA OLEADA
La Gaceta se puso ayer en contacto con fuentes del Sindicato mayoritario de los Mossos d’Esquadra, SAP-UGT, para comprobar qué estaba pasando con los inmigrantes del Este. Desde SAP-UGT afirmaron que, aunque de momento no se había registrado un aumento significativo de ciudadanos e Rumanía y Bulgaria en el territorio catalán ni tenían constancia de ello porque «es un hecho muy reciente», no descartaban una oleada, «porque España es un coladero» para los inmigrantes de toda Europa, y esto a su vez se ve favorecido por «la política de inmigración que tenemos».
Por su parte, desde los Mossos d’Esquadra informaron de que «hasta el momento no constatan ningún aumento significativo» pero no descartan que en pocos días se empiece a notar la masiva llegada de inmigrantes.
Ante esta situación, el Partido Popular de Cataluña coincide con la postura de la Policía autonómica catalana. Los populares aseguraron que «España es el objetivo para que acudan los rumanos expulsados de Francia» por la falta de políticas estrictas en materia de inmigración.
En este sentido, también afirmaron que «en los próximos días se verá un aumento de la población en estos campamentos rumanos», y será necesario tomar medidas para evitar que se produzca el efecto traslado y para desalojar los campamentos que son irregulares», y añadieron que «es necesario reforzar las fronteras con Francia para evitar la entrada masiva».
Hasta el momento, La Gaceta comprobó ayer la llegada de algunos trenes y autobuses a la Estación de Francia de la Ciudad Condal, con ciudadanos de etnia búlgara y rumana que empiezan a incrementar su presencia en las calles de la ciudad y en los campamentos ilegales.
PERFIL DE INMIGRACIÓN
Como suelen hacer este tipo de ciudadanos, viajan junto con toda su familia, recién nacidos incluidos, de un país a otro para establecerse en nuevos campamentos que con el tiempo serán desmantelados por las autoridades de cada ciudad.
Aunque el presidente de Plataforma por Cataluña, Josep Anglada, denunciase «la llegada masiva de gitanos rumanos a Barcelona» y la necesidad de realizar una «repatriación inmediata de los inmigrantes ilegales y poner controles para evitar un efecto traslado», hasta el momento los gitanos rumanos llegan con cuentagotas a las estaciones de trenes y autobuses de Barcelona.
Según los datos publicados por la oficina de estadíst ica comunitaria, Eurostat, España es uno de los países de la Unión Europea donde vive un mayor porcentaje de ciudadanos extranjeros.
El informe europeo arroja datos alarmantes al situar en un 12,3% los residentes de otros países en el total de la población española. Los inmigrantes residentes en España proceden, principalmente, de Rumanía, que aporta un 11,8% del total, seguida de Marruecos, con un 11,4%, y Ecuador. El perfil de los extranjeros residentes suele ser el de jóvenes con edades que oscilan entre los 30 y los 35 años, una cifra más baja que la que se da en la media nacional.
Originalmente publicado en La Gaceta.