"Estamos aquí para enviar un mensaje público al Congreso. Queremos poner fin a la invasión de extranjeros ilegales que está teniendo consecuencias muy negativas para nuestros estados"
Los diputados conservadores de cinco estados han lanzado una campaña a nivel nacional para desactivar la concesión automática de la ciudadanía estadounidense a los hijos de inmigrantes con visados temporales o sin papeles nacidos ya en el país.
Los representantes estatales de Arizona, Georgia, Oklahoma, Pennsylvania y Carolina del Sur han reconocido que la aprobación de una medida similar a nivel estatal no tendría efecto, ya que podría ser inmediatamente recurrida al Tribunal Constitucional, pero sí creen que se podría impulsar a nivel federal e implantarla en 14 estados clave.
«Estamos aquí para enviar un mensaje público al Congreso. Queremos poner fin a la invasión de extranjeros ilegales que está teniendo consecuencias muy negativas para nuestros estados», ha explicado el miembro del parlamento de Pennsylvania Daryl Metcalfe, según recogen los medios estadounidenses.
El acto de presentación de la campaña ha sido celebrado en el Club Nacional de Prensa de Washington de forma calculada coincidiendo con el estreno del nuevo Congreso, renovado parcialmente en las elecciones de noviembre y que ahora cuenta con una mayoría republicana en la Cámara de Representantes.
En concreto, una de las medidas propuestas es crear una ciudadanía estatal que no pueda ser concedida a los hijos de inmigrantes. La otra implicaría que se incluyera un distintivo claro en las partidas de nacimiento de los hijos de inmigrantes irregulares.
Los legisladores estatales recordaron además el alto coste que suponen los inmigrantes para los estados. Metcalfe dijo que Pennsylvania, en concreto, afronta «no menos que una invasión» y que el Congreso tiene la obligación constitucional de defender a los estados frente a una invasión extranjera.
Por otra parte, el republicano Steve King, miembro de la Cámara de Representantes por Iowa y que será el presidente de la subcomisión de Judicatura de la Cámara, ha anunciado que impulsará una iniciativa legislativa para eliminar la ciudadanía por nacimiento cuyos dos progenitores sean inmigrantes sin papeles.
Estas iniciativas ya han tenido su respuesta incluso durante el propio acto de presentación de la campaña, cuando varias personas se han levantado para acusar a sus impulsores de intolerancia y racismo.
Otros grupos organizados de inmigrantes, especialmente los latinoamericanos, y las asociaciones de defensa de los derechos civiles también han manifestado su rechazo a la iniciativa.
«Por primera vez desde que finalizó la Guerra Civil estos legisladores quieren aprobar leyes estatales que crearían dos tipos de ciudadanos, un moderno sistema de castas», denuncia el presidente de la Conferencia de Dirigentes sobre Derechos Civiles, un grupo que incluye a varias asociaciones afroamericanas, Wade Henderson, en declaraciones a ‘The New York Times’.
También se han escuchado voces críticas desde algunos sectores republicanos. «En lugar de atacar a la Constitución y a los bebés nacidos en Estados Unidos, deberíamos centrarnos en nuestra maltrecha economía», ha señalado la portavoz de Somos Republicans, una organización texana de republicanos de origen latinoamericano, Deedee García Blase.