ROMA, 18 (Reuters/EP)
El tráfico ferroviario del paso de Ventimiglia-Menton, ubicado en la frontera de Francia e Italia, ya ha sido reanudado, después de que fuera interrumpido en la tarde del domingo, en lo que Roma ha interpretado como un intento de París por frenar la llegada de trenes con inmigrantes africanos a su territorio, según ha indicado el Ministerio de Interior galo.
La Policía fronteriza italiana había informado de que la medida obedecía a la intención de Francia de impedir el paso de los trenes cargados con los inmigrantes africanos que en los últimos meses han llegado a las costas del sur de Italia procedentes, en su mayoría, de Túnez y Libia, como consecuencia de las revueltas en estos países.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio de Interior francés ha desmentido estas declaraciones, aclarando que el cierre era temporal y obedecía a razones de seguridad, ante la protesta desatada en la estación de Ventimiglia, donde cientos de personas se han concentrado para entonar consignas contra París.
El cierre de este paso fronterizo ha suscitado las críticas de Italia, cuyo ministro de Exteriores, Franco Frattini, ha ordenado a la Embajada en París que transmita «la firme protesta del Gobierno italiano a las autoridades francesas», al considerar que esta medida es «una violación ilegítima y clara de los principios generales europeos», recoge el comunicado divulgado por la Cancillería.
Por su parte, el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, ha criticado la «incomprensible» postura de Francia y ha lamentado su «dureza injustificada para con Italia». No obstante, ha manifestado su deseo de que se restablezcan las «relaciones amistosas» entre ambos países, aprovechando el encuentro de sus dirigentes previsto para el 26 de abril.
Este incidente se enmarca en la masiva llegada de inmigrantes a la isla italiana de Lampedusa. Roma ha reclamado más ayuda europea ante la crisis humanitaria y ha comenzado a emitir permisos temporales para que los inmigrantes puedan viajar a otros países europeos, una medida muy criticada por, entre otros, Francia y Alemania.
