Agentes de la Guardia Civil han desarticulado una red criminal dedicada a introducir inmigrantes ilegales de origen iraní en España, que operaba, principalmente, en la zona de Cataluña y Levante.
Según informó este sábado la Benemérita, la operación, desarrollada en Madrid, Barcelona y Alicante, ha acabado, además, con la detención de nueve personas: siete ciudadanos de nacionalidad iraní con residencia legal en España, otro de nacionalidad rumana y uno más de origen palestino, como presuntos responsables de la organización.
A todos ellos se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, falsificación documental y usurpación del estado civil.
En uno de los domicilios registrados en Altea (Alicante) se ha localizado un piso «patera» donde se alojaban un total de 11 inmigrantes de nacionalidad iraní, entre los que se encontraban dos menores.
En otras viviendas registradas la Guardia Civil se ha incautado «de una gran cantidad» de pasaportes falsos de distintos países de la Unión Europea, un dispositivo para la manipulación y alteración de documentos de viaje, 7 equipos informáticos, dispositivos de almacenamiento electrónico de datos, teléfonos móviles y de un arma corta simulada.
La organización delictiva desarticulada, que operó en sus inicios en Rumanía y posteriormente en Bélgica, había trasladado su base de operaciones a la zona de Cataluña y Levante, principalmente.
La Guardia Civil calcula que durante los años que la red ha estado operativa en España puede haber favorecido la entrada irregular en este país de al menos 1.500 personas de origen iraní y afgano.
Además de España, las personas en situación irregular trasladadas por esta red tenían como destino otros países de la UE y, en menor medida, Canadá.
La Benemérita estima que cada persona tenía que pagar por su «bolsa de viaje» a la organización hasta 30.000 euros, por lo que el beneficio económico de la actividad delictiva podría alcanzar varios millones de euros.