Agentes de la Policía Nacional española han participado en un dispositivo internacional, coordinado por Eurojust y Europol, que ha culminado con la desarticulación de una red colombiano-libanesa dedicada al blanqueo de dinero procedente del tráfico de cocaína. El operativo policial se ha desarrollado de forma simultánea en España, Alemania, Bélgica, Holanda y Francia.
Según informó este jueves la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, en total hay siete personas detenidas, dos de ellas en España, y se han intervenido numerosos efectos informáticos, gran cantidad de teléfonos móviles, relojes de lujo, piezas de joyería, productos químicos para manipular y adulterar la cocaína, más de 2,5 millones de euros y diversa documentación de carácter económico que está siendo analizada.
La investigación comenzó en marzo de 2010, cuando los servicios aduaneros de Burdeos interceptaron a un ciudadano español de origen sirio, que conducía un vehículo con dirección a París cargado con más de 810.000 euros en efectivo. No pudo justificar su procedencia y además se detectó presencia de restos de cocaína en los billetes.
El posterior análisis de los documentos intervenidos y los seis teléfonos que portaba revelaban que el detenido había contactado con personas ubicadas en Alemania, Países Bajos, Siria, Líbano, Nigeria y Colombia.
Según la Policía, todo indicaba que el destinatario final de ese dinero e instigador de estas operaciones fraudulentas vinculadas con el tráfico de drogas era un ciudadano libanés afincado en Alemania, Y.K.D., que fue interceptado en noviembre en el aeropuerto de Madrid-Barajas con más de 1.214.000 euros y en enero de este año fue detenido en Marbella y entregado a Francia en cumplimiento de una Orden Europea de Detención y Entrega.
DETENCIONES EN ESPAÑA
La investigación en España permitió detener a los integrantes colombianos de la red, un hombre y una mujer con contactos directos con Y.K.D. y su abogado, sin ninguna fuente de ingresos declarada pero con un elevado nivel adquisitivo. Ambos tienen en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega.
La red desarticulada actuaba en diferentes países, por lo que se tuvo que solicitar la emisión de comisiones rogatorias internacionales, lo que motivó la celebración de una reunión internacional en la sede de Eurojust, en La Haya (Países Bajos), en la que participaron investigadores y representantes judiciales de España, Alemania, Bélgica, Holanda y Francia.
En la reunión se acordó que fuesen los magistrados de Burdeos los que dirigiesen la instrucción judicial y que los juzgados de los distintos países, tras mantener las oportunas reuniones con los respectivos titulares, en el caso de España con el Juzgado Central de Instrucción Número 3 de la Audiencia Nacional, se inhibiesen en su favor.
Según Interior, por primera vez en la historia de la cooperación entre Europol y Eurojust se estableció una oficina de coordinación móvil dirigida por un analista de Europol. Eurojust auxilió en todo momento a las autoridades judiciales de los cinco países involucrados en la investigación.
Finalmente se realizaron siete detenciones en el marco de las órdenes de detención emitidas, dos de ellas en Madrid.