No se le puede embargar y el tipo ni ha pagado las costas del juicio
El marido y asesino de una mujer en Sils (Girona), Llorenç Morell, cobra la pensión de viudedad desde el día siguiente del crimen en 2005, ha confirmado el abogado de la acusación particular en representación de los hermanos, Carles Monguilod.
Como ha informado ‘El Punt-Avui’, Morell, que se encuentra en la cárcel cumpliendo 18 años de condena por el asesinato, cobra 592,92 euros mensuales más dos pagas extraordinarias desde el 22 de julio de 2005, una suma que asciende a más de 40.000 euros.
El cobro de la pensión se ha descubierto en una investigación abierta por la Audiencia de Girona en el intento de que la familia de la víctima, Consol Galceran, cobrase, seis años después, los 85.000 euros de indemnización.
«Al intentar averiguar cuál es el patrimonio de Morell nos han comunicado que cobra la pensión de la mujer a la que mató», ha explicado Monguilod, quien ha recordado que no necesita dinero porque en la cárcel está todo pagado. El abogado ha remitido un escrito a la Audiencia en el que califica de escandaloso e inadmisible el caso y recuerda que el receptor de la indemnización es el asesino de la mujer.
Además ha declarado que espera que a partir de este error «se empiecen a intercomunicar datos» entre las administraciones para evitar que se repita la situación.
El Ministerio de Trabajo es el mismo organismo que está pagando a Morell los 592,92 euros mensuales y que solicitó veinte años de prisión para el asesino mediante el abogado del Estado en el juicio, ya que ejerció la acusación a través de la delegación especial contra la violencia de género sobre la mujer.
«Es de sentido común que la persona que ha matado a su mujer no cobre de forma vitalicia una pensión por ello», ha explicado Monguilod, y ha añadido que en 30 años de experiencia nunca se había enfrentado a un caso similar.
No se le puede embargar
Además de la indemnización a los hermanos, Morell no se ha hecho cargo de los 21.475 euros de las costas del juicio pero, como ha confirmado el abogado, la Seguridad Social no ha procedido al embargo por impago porque la pensión es menor a 600 euros, «cantidad mínima para la supervivencia».
La víctima pertenecía a las Cocineras de Sils, conocido colectivo que nació a principios de los años 90 con el propósito de recuperar y preservar la cocina tradicional y que actualmente está formado por más de un centenar de mujeres.