Se habla de un “accidente doméstico”; fue velado en una "ceremonia íntima" y posteriormente inhumado en un cementerio privado
El gobernador de Río Negro, Carlos Ernesto Soria, murió en la madrugada del primer día de 2012 por un disparo en el rostro, en un confuso hecho tras festejar la llegada del nuevo año junto a familiares en su chacra ubicada en las afueras de General Roca.
Fuentes de la Jefatura Policial de Viedma confirmaron a agencias que el hecho ocurrió a las 4.47 en la chacra que Soria posee a unos seis kilómetros de la ruta 22. Según testigos que vieron el cuerpo, Soria sólo tenía una herida de bala en su pómulo izquierdo.
En un primer momento, se dijo que estaba en su chacra acompañado por su esposa y su hijo, el intendente de General Roca, entre otros familiares. Sin embargo, esta mañana, el vicegobernador Alberto Weretilneck, confirmó que sólo la esposa de Soria acompañaba al mandatario provincial.
Según fuentes policiales ya se habían retirado los hijos y nietos del gobernador, y en la casa sólo permanecían Soria y su esposa, Susana Freydoz, cuando se produjo el hecho.
El juez interviniente, Emilio Stadler, que dispuso el secreto del sumario, durante la tarde tomó declaración de carácter informativo a todos los familiares que estuvieron por la noche en la casa del mandatario fallecido, y además fueron sometidos a pruebas de dermotest. En tanto, todos los funcionarios mantienen total hermetismo y se remiten al comunicado oficial.
El propio Weretilneck, que deberá completar el mandato hasta 2015, como lo dispone la Constitución provincial, habló de un «accidente doméstico». «Es un accidente doméstico con un arma de fuego y será la Justicia la que determinará qué pasó», le dijo a Clarín cuando se fue de la Municipalidad de General Roca. La muerte del gobernador no fue instantánea: llegó a ser trasladado al hospital de General Roca, donde finalmente falleció.
El vicegobernador jurará como gobernador el martes a la tarde en la Legislatura provincial. En la Municipalidad roquense estuvo reunido con el senador Miguel Angel Pichetto, jefe de la bancada oficialista en la Cámara Alta. Pichetto habló dos veces con la presidenta Cristina Kirchner, quien lo llamó para tener información de primera mano sobre la muerte de Soria. «El deseo de la Presidenta es garantizar la institucionalidad en la provincia», sostuvo Pichetto.
Freydoz fue llevada esta mañana a una dependencia judicial para declarar. Luego, Weretilneck aclaró que la mujer «no está detenida». Según trascendió, la mujer se encontraría en la casa de un familiar en las afueras de General Roca y debió ser sedada.
Tras la realización de la autopsia, pasadas las 13.30, los restos de Carlos Soria fueron trasladados a una sala velatoria de la ciudad, en donde se realizó una ceremonia de carácter íntimo, a pedido expreso de sus hijos. Posteriormente, a las 18.30 los restos del gobernador fueron trasladados al cementerio privado Parque Las Fuentes, ante la presencia de familiares y amigos.
Esta noche, más de 1.500 vecinos de General Roca marcharon en silencio por las calles del centro tras la muerte del gobernador. Una columna que tenía al menos dos cuadras de extensión, según consignó el diario Río Negro, partió pasadas las 20.30 desde la plaza San Martín, frente al edificio de la municipalidad y continuó por Mitre hasta España. Hubo llantos, cánticos y velas encendidas en homenaje al funcionario.
A raíz de la trágica noticia, el gobierno de Neuquén dispuso siete días de duelo provincial en memoria del fallecido. La medida fue dispuesta por la vicepresidenta primera de la Legislatura provincial, Graciela Muñiz Saavedra, ante la ausencia del gobernador Jorge Sapag y la vicegobernadora Ana Pechén. «Se destacó por su incansable participación dentro de la actividad pública con un fuerte compromiso comunitario, reflejando un permanente respeto por las instituciones democráticas», afirmó el decreto.
Por su parte, el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, expresó hoy su «profundo pesar» ante la muerte de su par y también decretó tres días de duelo en la provincia.
Carlos Soria tenía 61 años y el 10 de diciembre pasado se había convertido en el primer gobernador justicialista de Río Negro desde la recuperación de la democracia en el país. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, lo recordó esta mañana como un «gran trabajador de la política, un luchador y un gran peronista».