La jornada del 5 de enero de 2012 comenzó de manera frenética para la Policía. Tres atracos perpetrados por sendas bandas en la capital sumaron un botín de unos 650.000 euros, según los primeros cálculos realizados.
Como explica Carlos Hidalgo en ‘ABC’, hubo dos asaltos de distinta índole en sedes bancarias, ambos a primera hora de la mañana.
Pero el golpe más cuantioso tuvo lugar de madrugada, en una empresa cárnica de Canillas. Los delincuentes se llevaron un botín cercano a los 500.000 euros, indicaron a este periódico fuentes de la investigación, que buscan a los tres grupos criminales.
La empresa Cárnicas Blanco, situada en el número 10 de la calle de Apolo (Hortaleza), se sitúa en un primer piso. De madrugada, los cacos reventaron la puerta de entrada con una radial y desactivaron el sistema de alarmas. Luego, con un oxicorte, destrozaron la caja fuerte de las oficinas.
Así es como se hicieron con casi medio millón de euros, el botín más cuantioso de los atracos conocidos en este inicio del año. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de Madrid se ha hecho cargo de la investigación.
Horas después, sobre las siete y media de la mañana, el director de la sucursal que el Santander tiene en la calle de la Virgen de Fátima, en Carabanchel, se llevó el susto de su vida.
Dos hombres disfrazados con pelucas y barbas postizas le estaban esperando cuando llegó a la sede bancaria. Portaban dos armas de fuego, con las que intimidaron al director del banco y amenazaron con matarle.
Maniatado y encañonado
Una vez dentro del establecimiento, le maniataron con bridas y le obligaron a abrir la caja fuerte. El montante del dinero sustraído ronda los 35.000 euros. Los delincuentes huyeron en un vehículo a toda velocidad.
Agentes de la Policía Científica se personaron en el banco para recabar todo tipo de pistas que pudieran haber dejado estos individuos.
No se descarta que contaran con la ayuda, al menos, de una tercera persona que hiciera las labores de vigilancia y les ayudara en su escapada. Además, este tipo de grupos criminales son muy especializados y siempre realizan seguimientos y vigilancias previos para controlar las rutinas y horarios de sus víctimas.
El tercer atraco tuvo lugar tres cuartos de hora después y también estuvo cargado de violencia, además de algunas dosis de detalles «peliculeros», según el relato de nuestros informantes. Ocurrió en la calle de la Virgen de Aránzazu, en el barrio de Begoña (Fuencarral-El Pardo).
Allí existe una sede bancaria de Caja Madrid. Y ese fue el objetivo de los delincuentes, que estaban perfectamente organizados.
Los primeros datos hablan de que la banda estaba compuesta por tres individuos que, ocultando su rostro, irrumpieron en el banco a las ocho y media de la mañana. Dos de ellos la emprendieron a mazazos contra la cristalera de la primera puerta del local.
Luego, destrozaron la siguiente, ante las escenas de pánico que se vivían por parte de los empleados en el interior, que en ese momento se disponían a abrir al público.
Entraron y, a punta de pistola, exigieron el dinero que había en la caja fuerte. Se comunicaban con su compinche del exterior con «walkies talkies».
Al final, esta banda española logró escapar con unos 120.000 euros en efectivo.