Se conocían desde niñas, pues habían vivido en el mismo barrio en la ciudad boliviana de Santa Cru
Dos de las amigas de la madre de Johan David, el niño de tres años que al fue arrojado a un contenedor, han sido enviadas a prisión por la jueza del Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia.
Las dos mujeres declararon hasta pasada la medianoche en el juzgado de guardia de la Ciudad de la Justicia y posteriormente la jueza dictó un auto de ingreso en prisión, acusándolas de sendos delitos de homicidio doloso y maltratos.
Cuenta el diario ‘Las Provincias’ que la Policía Nacional reanudó a las 9.00 horas de este domingo 3 de junio de 2012 las labores de búsqueda en el vertedero de Dos Aguas ( Valencia ) del cuerpo de Johan. La búsqueda se interrumpió a las 19.10 horas del sábado por la intensa lluvia que se registró en la zona y se ha reiniciado a primera hora de la mañana sin que, por el momento, se haya encontrado ningún rastro del menor.
En el operativo participan decenas de policías, bomberos, operarios y guías caninos que buscan el cuerpo del niño entre unas 4.000 toneladas de basura del vertedero de Dos Aguas.
A la segunda jornada de rastreo se sumaron este 2 de junio perros especializados en detección de cadáveres llegados desde Madrid y dos grúas que retiran los bloques prensados de basura apilada para diseminarlos en superficie plana en busca del cadáver.
Según explicaron fuentes de la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE), el vertedero recibe cada día unas 1.000 toneladas de basura.
Según la confesión de una de las detenidas, el niño murió accidentalmente el lunes y lo arrojaron a un contenedor de Valencia.
Los desperdicios pasan primero por la planta de Quart de Poblet, con lo que los técnicos calculan que debieron llegar a Dos Aguas el miércoles. Con estas aproximaciones y en función de la información policial, los encargados del rastreo están intentando afinar la búsqueda en aquellos montones de basura trasladados desde ese día.
Los trabajos comenzaron a las nueve de la mañana y anoche se habían supervisado algo más de 200 toneladas de residuos. Las labores se desarrollaron en medio de altas temperaturas, lo que aún hizo más ardua la búsqueda, que continúa.
Las dos mujeres detenidas por la desaparición de Johan David son Vanesa R. V. y Pura Ángela M. S., de entre 20 y 25 años. «Lohammy, la madre del niño, confiaba plenamente en ellas y por eso les dejó al nene cuando se marchó a Francia hace cinco meses por motivo de trabajo», explicaron sus familiares.
«Siempre se portaron bien»
De acuerdo con su testimonio, «ellas siempre se habían portado bien y es increíble lo que ha ocurrido». De hecho, una de las sospechosas, Vanesa, era amiga de la madre desde la infancia.
«Se conocían desde niñas, pues habían vivido en el mismo barrio en la ciudad boliviana de Santa Cruz».
Según Laura, cuñada de Lohammy, «pese a estar en Francia, la madre se comunicaba con su hijo muy habitualmente».
Vanesa y Pura, unidas por una íntima amistad, vivieron ese tiempo junto al menor en la casa de una anciana de Valencia de 90 años a la que cuidaban por su avanzada edad y problemas de movilidad. Pura llevaba más de una década en esta labor, a la que después se sumó Vanesa.
Lohammy regresó a Valencia a principios de esta semana preocupada por la extraña desaparición que sus amigas le comunicaron por teléfono.
Dijeron que Johan David había sido secuestrado durante un paseo en la calle por unas personas que se hicieron pasar por policías, detalle con semejanzas al argumento del José Bretón caso al rompecabezas de los niños de Córdoba.
Las tres jóvenes bolivianas llenaron el barrio de Patraix y Tres Forques con carteles en busca del pequeño hasta que, interrogadas por la policía, una de las sospechosas confesó haberlo arrojado a un contenedor tras una caída accidental en la casa.
Fue entonces cuando fueron detenidas. Caridad, la anciana con la que convivían Vanesa y Pura, se ha marchado a la casa de su hijo para huir de todo el revuelo.
Su único hijo
Lohammy Castro nació hace 23 años y Johan David era su único hijo. El padre del niño se quedó en Colombia tras una ruptura con la joven y ella lo crío con cariño al tiempo que se labraba un futuro laboral en Europa.
La boliviana recibía el apoyo de varios familiares residentes en España, entre ellos sus hermanos.
El pasado mes de mayo celebraron con alegría el cumpleaños del pequeño y todos se volcaron desde el martes en las redes sociales tras su extraña desaparición.
Aunque es el Juzgado de Instruccción 15 el encargado de investigar el caso, las dos sospechosas fueron puestas ayer a disposición del 17, que estaba de guardia. Sobre las cuatro de la tarde salieron del cuartel de Zapadores con rumbo a la Ciudad de la Justicia pero su declaración comenzó sobre las ocho y media de la tarde.
La localización del niño es clave para confirmar la teoría del accidente mortal del menor y para poder concretar el delito que finalmente les imputen. Sin cadáver todo son hipótesis policiales basadas en la confesión.
Y es que, según la versión de una de las sospechosas, el niño se dio un golpe en la cabeza por una caída accidental. Después, dijeron, lo lavaron, lo cambiaron de ropa y lo arrojaron a un contenedor.
Sin embargo, hasta que la policía no encuentre el cuerpo es imposible confirmar estas afirmaciones a ciencia cierta. Haría falta realizar una autopsia que certificara la causa de la muerte y, a partir de ahí, confirmar si las lesiones cuadran con un accidente.
Por el momento Johan David sigue estando técnicamente desaparecido. La Policía Nacional podría investigar otras hipótesis en el caso de que el cuerpo del pequeño no aparezca finalmente en el vertedero de Dos Aguas.