La policía mexicana, en coordinación con el FBI, arrestó este 14 de julio de 2012 en la localidad turística de Cancún a uno de los criminales más buscados por las autoridades en Estados Unidos
Vincent Legrend Walters tiene en su haber la ‘proeza’ de haber logrado permanecer prófugo durante 24 años.
Vincent era reclamado por la policía de San Diego, California, y está acusado de asesinar en 1988 a una mujer.
La victima fue secuestrada por el ahora detenido y sus secuaces, como parte de una operación que involucraba estupefacientes.
También enfrenta cargos de armas y drogas y está en la lista del Cuerpo de Agentes Armados de Estados Unidos sobre los 15 fugitivos más buscados.
El Cuerpo de Agentes informó que Walters estuvo viviendo en Cancún bajo el nombre de Oscar Rivera y trabajaba en el aeropuerto internacional de la localidad.
El criminal ha sido trasladado a la ciudad de México para esperar su proceso de extradición.
Un funcionario en el aeropuerto de Cancún, que sólo podía dar información en el anonimato, indicó que Walters no era empleado de la terminal, sino que trabajó unos 10 años para un centro turístico en la venta de paquetes de vacaciones.
Walters atendía al público en un local del aeropuerto. El personal externo en este tipo de locales normalmente no está sujeto a las mismas revisiones de seguridad que los empleados del aeropuerto.
El complejo hotelero para el que Walters trabajaba está en Puerto Morelos, justo al sur de Cancún.
Aunque Walters usaba otro nombre, el Cuerpo indicó que «él fanfarroneaba, diciendo que un era fugitivo de San Diego y que era buscado» por las autoridades estadounidenses.
Se presume que en 1988 Walters compró químicos para producción de metanfetaminas a agentes antinarcóticos de la DEA encubiertos.
Un socio entregó la droga terminada a un distribuidor local para que la guardara. Sin embargo, el distribuidor se la entregó a otro hombre.
Cuando Walters quiso recuperar la droga, secuestró al distribuidor que había guardado las metanfetaminas, a su amigo y a la novia de éste, y ofreció los rehenes a cambio de recuperar los narcóticos. Dos de los cautivos fueron liberados.
La tercera persona, la novia, murió tras ser amordazada con un trapo mojado con químicos. Martin, hermano de Walters, fue sentenciado por secuestro y asesinato y cumple una sentencia de 25 años de prisión.
«Gracias al arduo trabajo de nuestros policías federales y locales, así como a la colaboración en México, podemos hacer que Walters enfrente las consecuencias de su lista de crímenes» , dijo David Harlow, de la división de Operaciones de Investigación del Cuerpo de Agentes Armados de Estados Unidos.