El fusil AR-15 que iba a utilizar Holmes, con un cargador de 100 balas, y una imponente capacidad de fuego se encasquilló
Tímido, nervioso, inteligente… Así se muestra James Holmes, el asesino de 12 personas en un centro comercial de Denver (Colorado), hace seis años, cuando sólo tenía 18, durante una presentación científica en el Colegio Miramar en San Diego.
El vídeo, obtenido en exclusiva por ABC News, muestra a un chico introvertido, que le cuesta hablar ante el público, pero a la vez un joven de gran inteligencia cómodo al explicar su estudio.
Durante el verano de 2006, Holmes asistió a un campamento de ciencias en San Diego y en el video se le puede ver hablando de su investigación sobre las ilusiones temporales y el cruce entre fantasía y realidad.
Holmes presentaba un trabajo sobre ‘ilusiones temporales’.
«A lo largo del verano he estado trabajando con una ilusión temporal. Es una ilusión que te permite cambiar el pasado», se escucha decir en el vídeo.
Según la mayoría de las informaciones, Holmes vivió la vida de un adolescente normal, con un interés muy especial por la ciencia.
De hecho, durante la charla que muestra el vídeo una persona le presenta de la siguiente manera:
«Su meta es convertirse en un investigador y hacer descubrimientos científicos. En su vida personal, le gusta jugar al fútbol y los juegos de estrategia y su sueño es tener una máquina Slurpee (máquina que hace granizados)».
La madrugada del pasado 20 de julio de 2012, el joven de 24 años irrumpió en un cine de la localidad de Aurora mientras se proyectaba el estreno de la última película de Batman y la emprendió a tiros con la multitud, causando la muerte de 12 personas y heridas a más de medio centenar.
Holmes, que también elaboró una compleja red de trampas explosivas en su apartamento, adquirió las cuatro armas que usó de forma legal y encargó material para hacer estallar su vivienda a través de internet durante meses.
Pertrechado con un equipo de protección antibalas similar a los de las fuerzas especiales SWAT y una máscara de gas, Holmes, que compró la entrada y llegó a la sala como un espectador más, regresó al cine por la puerta trasera con bombas de gas lacrimógeno, un fusil de asalto, una escopeta y dos pistolas.
El fusil AR-15 que iba a utilizar Holmes, con un cargador de 100 balas, y una imponente capacidad de fuego se encasquilló, por lo que el tirador echó mano de armas menos potentes, lo que seguramente evitó un mayor número de víctimas.
CAMBIO AL HACERSE MAYOR
James Holmes fue cambiando con la edad. Y algunos lo notaron.
De hecho, fue rechazado por su comportamiento «raro y repulsivo» en un club de tiro cerca de Denver, según indicó revela a la cadena Fox el dueño del negocio.
Según Glenn Rotkovich, dueño del centro de tiro privado Lead Valley Range, en Byers (Colorado), James Holmes exhibía un comportamiento «extraño» y tenía un mensaje de voz en su teléfono sobre Batman.
«Mirando atrás, podría decirse que sonaba como el Joker».
EL DRAMA Y EL AMOR DE CADA VÍCTIMA
La investigación del tiroteo empieza a arrojar datos sobre algunas de las 12 víctimas mortales, tal y como ha informado la CNN.
La sala estaba repleta de personas que asistían al estreno de la última secuela de Batman, «El caballero oscuro: la leyenda renace», en la sesión de la medianoche en la sala 9.
De repente, un joven pertrechado con máscara de gas y chaleco antibalas, lanzó bombas de gas lacrimógeno, que llevó a pensar a algunos testigos que se trataba de parte del espectáculo, y comenzó a disparar indiscriminadamente a la multitud.
Matt McQuinn, un joven de unos 25 años, se abalanzó sobre su novia, que sobrevivió. Y al protegerla falleció en una de las rondas de disparos que descerrajó el atacante, pertrechado con un equipo más propio de las fuerzas especiales.
Alex Sullivan celebraba su 27 cumpleaños aquella noche y decidió hacerlo asistiendo al estreno de la película, que comenzaba a medianoche.
Este domingo, Sullivan hubiera cumplido su primer aniversario de boda. Se pudo ver a su padre con una foto suya a las puertas del cine, intentando encontrar a su hijo con vida.
Verónica Moser, de seis años, ha resultado ser la víctima más joven de la masacre. La pequeña estaba en el cine de Aurora con su madre, Ashley, de 25 años, que sufre heridas de bala en cuello y abdomen y permanece paralizada en estado grave, según ha indicado el canal de televisión NBC.
Un familiar confirmó que la niña de seis años murió durante la proyección de la última película de Batman. Annie Dalton, tía abuela de la pequeña Verónica, dijo a la NBC que se siente como «en una pesadilla. Todo es surrealista».
Otras víctimas del indiscriminado tiroteo fueron Micayla Medek, de 23 años, y Jessica Ghawi, de 24, periodista, bloguera y aficionada al deporte, que se había mudado a Denver y había acudido con un amigo.
Justo un mes antes, en una visita a Toronto (Canadá), Ghawi escapó de un tiroteo que se produjo en una zona de restaurantes del centro comercial de Eaton, que abandonó cinco minutos antes de que un hombre abriera fuego y asesinara a dos personas.
Entre las víctimas de la matanza en el cine también hay militares. Es el caso de John Larimer, técnico de la Fuerza Naval estadounidense de 27 años.