El condenado conminaba a su expareja a dejar su trabajo porque tonteaba con los clientes
La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años y diez meses de cárcel a un joven de 23 años que, llevado por sus celos patológicos, prohibía a su pareja salir con sus amigas, llevar minifalda y le animaba a dejar su trabajo «porque tonteaba con los clientes».
Se le atribuyen delitos de coacciones, lesiones y maltrato habitual porque en los dos años de relación le insultaba para mermar su autoestima, le golpeaba y daba mordiscos «para someterla a sus dictados» y le obligaba a cambiarse la ropa que él creía «demasiado atrevida».
En febrero de 2009 la mujer puso fin a la relación, si bien posteriormente mantuvieron algún contacto que ella aceptaba «para evitar que su negativa provocara nuevas reacciones violentas», motivo que también la llevaba a «no rechazar frontalmente las propuestas de reanudar la relación».
Además, terminada la relación, el acusado localizó a su expareja en el coche con un amigo, inmediatamente y llevado por los celos saco a la mujer del coche y la llevo con él, amenazándola y finalmente teniendo relaciones sexuales con ella, a las que la víctima accedió «para no enfadarle más».
Por estos dos últimos sucesos el fiscal pidió para el acusado diez años de cárcel por un delito de agresión sexual continuada y otros cuatro años por detención ilegal, pero la sentencia le absuelve.
«Este acto tampoco puede calificarse como abuso sexual sino como un episodio más del continuo control, dominación, trato vejatorio y humillante que el procesado mantenía hacia la víctima, incluso después de rota su relación».
Indeminazación de 4.000 euros
La relación «patológica y destructiva» entablada por el procesado le llevó a reconocer ante los psicólogos que daba bofetadas a su pareja, que «no le gustaba que saliera con sus amigas e incluso que quería que dejara el trabajo porque tonteaba con los clientes».
La condena incluye el pago de 4.000 euros de indemnización porque la víctima sufrió «un innegable sufrimiento, un profundo sentimiento de humillación, impotencia, angustia y desconfianza, difíciles de superar incluso con ayuda especializada».