Tampoco se trata de buscar chivos expiatorios en aras de dar resultados pronto, tenemos que ser muy responsables
Uno ha sido identificado, sin género de dudas, por las mujeres españolas. A otro lo reconocieron por la voz, porque permaneció con la cara tapada, mientras las violaba.
Los dos tipos están vinculados con una violación anterior.
Tanto ellos, como otros de los que están siendo interrogados, son sujetos que trabajaban en restaurantes de Barra Vieja, en el este de Acapulco.
Y el rastreo continúa, porque son ya seis los sospechosos detenidos como probables autores de la bestial de seis turistas seis españolas en Acapulco.
Todos han sido desplazados por la Policía Federal a México DF. En rueda de reconocimiento, las víctimas han identificado a uno de ellos como autor material y a otro por la voz, y aunque no todas las víctimas pudieron ver con claridad a los autores en el momento de la agresión.
La Policía Federal continúa con la investigación con supervisión directa del Procurador de la República.
CORTÉS DISCRECIÓN OFICIAL
Poco ha trascendido hasta ahora sobre la identidad de los trece españoles -seis mujeres y siete hombres- a los que un grupo de facinerosos armados hasta los dientes sometió a todo tipo de vejaciones durante el pasado puente del dia de Constitución en México.
La reserva mantenida por las autoridades locales y el cuerpo diplomático es total y se agradece.
El Rey Juan Carlos telefoneó este sábado al presidente de México, Enrique Peña Nieto, y le agradeció ‘sus gestiones’ para facilitar la búsqueda de los autores de la violación de las seis turistas españolas.
Como explica desde Acapulco Manuel Cascante en ‘ABC‘, se sabe que ninguno ha cumplido aún los 40 ni cumplirá ya los 25.
Que muchos de ellos residen y trabajan en el Distrito Federal. Que proceden de lugares tan dispares como Salamanca o La Coruña.
Y que algunos amigos habían llegado desde la Península para compartir unos días de vacaciones en México. Poco más.
La última novedad es el traslado a la capital de seis individuos, a los que la policía mexicana acusa sin reservas de ser los autores de la brutalidad y a los que se esta interrogando a fondo, sin muchos miramientos.
Los acusados fueron sacados este 9 de febrero de 2013 de casas y restaurantes, sin ninguna orden judicial y a punta de pistola.
Los familiares de los arrestados, a dos de los cuales ya han identificado como parte del grupo de canallas, las víctimas españolas, afirman que sus parientes son inocentes.
«Les están obligando a declarar que son cupables de un delito que no cometieron».
Teniendo en cuenta la experiencia de otros casos, no es extraño que flote en el aire la duda sobre si se ha capturado a los verdaderos responsables.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, insiste en que la investigación sobre la agresión a los turistas españoles se hará de manera responsable, profesional, sin violentar los derechos humanos:
“Tampoco se trata de buscar chivos expiatorios en aras de dar resultados pronto, tenemos que ser muy responsables, cuidar en todo momento los derechos humanos también de los jóvenes y de los habitantes de Playa Encantada y los voy a invitar a que colaboren con nosotros».
Relata Manuel Cascante en ‘ABC‘ que el grupo de españoles, con los que iba una mexicana esposa de uno de ellos, localizó el bungalow en internet y lo alquilo para el fin de semana fin de semana por 28.000 pesos (1.635 euros) a dividir entre catorce personas.
Sábado y domingo habrían transcurrido entre baños y risas. Pero a eso de la una de la madrugada del lunes se desata el terror.
Un grupo de hombres armados y encapuchados salta la cerca que rodea la vivienda y se introduce en el interior.
Se desconoce su número exacto, pues los asaltantes se distribuyeron en distintas habitaciones mientras van separando a los hombres de las mujeres. Las autoridades detuvieron anoche a seis sospechosos.
Mientras los amenazan con armas cortas, los criminales atan a los muchachos con cables eléctricos y los amordazan con los elásticos de los bañadores de sus amigas.
Los despojan de sus teléfonos móviles, ordenadores, carteras, cámaras fotográficas, tarjetas de crédito, alguna prenda de vestir y todo el dinero.
Después, en una alevosa orgía de maldad que se prolonga durante más de dos horas, se turnan para vigilarlos al tiempo que violan a las chicas. Sólo se salva la esposa mexicana de uno de los varones, por ser de dicha nacionalidad.
Amparados por la soledad y el silencio de la noche (quizá ladraba un perro a lo lejos), los delincuentes aún tienen tiempo para beber mezcal hasta que, bien pasadas las 3 de la madrugada, abandonan la casa no sin antes amenazar a sus víctimas para que no presenten denuncia.
Hasta tres horas más tarde, ya con el clarear del alba, los jóvenes no consiguen sacudirse el miedo que los atenazaba y decidieron pedir auxilio al personal del resort. Fue la dueña del establecimiento quien alertó a la policía.