El dirigente de Nuevas Generaciones, Ángel Carromero, ha dicho en una entrevista concedida este 5 de agosto de 2013 a ‘El Mundo’ que el «accidente» del coche en el que él y Oswaldo Payá viajaban «fue una coartada perfecta» de La Habana «para ocultar la muerte del único opositor que podía liderar la transición en Cuba»:
«Los servicios secretos cubanos lo asesinaron».
Carromero cuenta que un «vehículo azul» empezó a perseguirlos en Bayamo, y que Oswaldo Payá, al ver el coche, le dijo:
«Son de la comunista por el color de la placa. Ángel, sigue como si nada».
El dirigente del PP afirma que no aceleró para, así, no darles «una excusa» y que les dieran el alto.
«Además, era imposible ir deprisa, la carretera es muy sinuosa y está llena de socavones».
Carromero prosigue su relato:
«El coche nos embiste por detrás y nos saca de la calzada. Yo pierdo el conocimiento. Lo siguiente que recuerdo es cómo unos hombres me meten en una furgoneta con puertas correderas, como las que usa la seguridad del Estado cubano, y les grito: ‘¡Joder, quiénes sois y qué cojones nos habéis hecho!’. Luego vuelvo a perder el conocimiento. Creo que me dieron con una culata porque tengo una brecha en la cabeza».
El dirigente de NNGG está seguro de que los dos disidentes cubanos salieron vivos del accidente y afirma que «los servicios secretos cubanos asesinaron a Oswaldo Payá».
«No era la primera vez que lo intentaban. Dos meses antes otro coche había hecho volcar su vehículo».
Carromero dice que temió por su vida: «Estaba seguro de que me iban a matar, por eso mandé un SMS de socorro en el que alerto de que estamos rodeados de militares. Luego me quitan los teléfonos«.
Además, Carromero declara que pudo hablar con otro de los ocupantes del coche, concretamente, con el político sueco Aron Modig.
«Recuerdo que le dije en inglés: ‘Dios mío, nos van a matar’. Y él me contesta: ‘Probablemente sí'».
¿Por qué Modig fue liberado tan pronto? Responde el dirigente de NNGG:
«La embajadora de Suecia tardó 24 horas en ir a buscar a Aron, que desde aquel momento declaró no acordarse de nada. Yo solo pude ver al cónsul general meses antes del juicio y nunca a solas. Siempre había un teniente coronel delante».