Que tu vivienda parezca habitada es el mejor método disuasorio
Siempre que te vas de vacaciones, aumenta el peligro. Es una ley inexorable.
Y al igual que los ‘puentes‘ largos, Navidad, Año Nuevo y el Día de los los Reyes Magos son fechas marcadas con rotulador rojo por los cacos para hacer incursiones en viviendas ajenas y arramblar con todo lo que puedan.
El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil española te dan diez consejos sencillos, que te pueden ahorrar un buen disgusto:
- Cierra puertas y ventanas si vas a estar fuera unos días. También las que dan a patios o sótanos. Cierra siempre con llave, no solo con el resbalón, porque puede abrirse fácilmente. Procura que tu puerta tenga al menos dos puntos de cierre. Llevará más tiempo abrirla y el ladrón puede desistir.
- Aparenta que tu vivienda está habitada. Es el mejor método disuasorio. No desconectes totalmente la electricidad. Un timbre desconectado es signo de ausencia. No cierres del todo las persianas. La tecnología te lo pone más fácil: los temporizadores automáticos que encienden y apagan las luces o la radio ayudan a aparentar que la casa está habitada.
- Refuerza la vigilancia y pide a un vecino que recoja tu correo y si vives fuera del casco urbano. Ilumina la entrada, el porche y los patios delanteros o traseros.
- Guarda en lugar seguro los objetos y documentos de valor. No dejes a la vista tus objetos de valor: llaves, talonarios, claves de tarjetas o códigos de acceso a banca on line.
- Evita comentar tus planes de celebraciones o desplazamientos con desconocidos o en las redes sociales.
- No abras tu puerta o el portal a desconocidos. Compromete tu seguridad y la de tus vecinos.
- No entres si encuentras la puerta de tu casa abierta o una ventana rota. Llama desde fuera a la Policía (091) o a la Guardia Civil (062).
- Denuncia: la colaboración ciudadana anónima contribuye a la seguridad de todos.
- Colabora: para los ladrones, todos los ojos son cámaras de seguridad. Si ves algo extraño, da aviso.
- Evita riesgos: recuerda, si un ladrón entra en tu casa, nunca le hagas frente. Sal y llama a quien pueda ayudarte.