Además de usar los teléfonos móviles que les entregaba el Gobierno, los agentes llevaban a las mujeres a los edificios en los que se alojaban
Nuevas revelaciones sobre el escándalo en el que se vió envuelta la DEA -Agencia Estadounidense Antidroga- durante la visita del presidente Obama a la Cumbre de las Américas de Cartagena en el año 2012.
Un agente de la DEA intentó solicitar sexo mediante su teléfono, proporcionado por el Gobierno de EEUU. Otro envió mensajes de texto a una prostituta travesti que se anunciaba en una página web.
Estos son algunos de los últimos detalles que ha dado a conocer el informe (ver abajo) realizado por el inspector general del Departamento de Justicia y recogido por la revista Foreign Policicy.
Según la publicación, esto demuestra que tres agentes especiales de la Agencia Estadounidense Antidroga (DEA, por sus siglas en inglés) en Colombia solicitaron los servicios de prostitutas en numerosas ocasiones.
Además de usar los teléfonos móviles que les entregaba el Gobierno, los agentes llevaban a las mujeres a los edificios en los que se alojaban, con el peligro que eso supone (riesgo de chantaje o coacción, y lo que es peor, poner en riesgo información sobre la seguridad nacional).
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Con Obama presente
El incidente se produjo en mayo de 2012. Tres funcionarios de la DEA fueron comenzaron a ser investigados por haber podido contratar los servicios de prostitutas en Colombia, durante la Cumbre de las Américas de Cartagena a la que acudió el presidente Obama.
En un primer momento, los agentes involucrados negaron cualquier conocimiento de aquellas prácticas. Sin embargo, los investigadores registraron los movimientos de los teléfonos móviles y descubrieron, según la revista, que mantuvieron contacto «con prostitutas en diferentes ocasiones y en diferentes ciudades de Colombia». El crimen organizado y la desigualdad, base de la corrupción en América Latina.
Las novedades que se han dado a conocer
Revela el reportaje de Foreign Policy que uno de los agentes había intentado solicitar sexo «50 veces» y que otro «había contactado con una prostituta que encontró en una página web» que se anunciaba a sí misma como «una chica travesti con apartamento privado».
Uno de los funcionarios confesó que negoció a pagar «200.000 pesos colombianos» por un encuentro (que finalmente no se produjo) mientras estaba de misión en Medellín.
Los investigadores denunciaron que este agente había eliminado el contenido del teléfono. Es lo que denominan un «borrado de seguridad» porque desapareció todo su contenido y los chips de memoria.
Además, aseguran que el agente no dio ninguna explicación de por qué se borró todo el contenido del aparato. Las ocho prostitutas más famosas de la historia.
Los investigadores, concluye el texto, no acusan a los agentes de mentir bajo juramento, pero sí sostienen que «tratan de encubrir sus indiscreciones», con la consiguiente obstaculización a la Justicia.