Savannah Hardin, una niña estadounidense de 9 años, le rogó a su abuela que la dejara descansar, mientras vomitaba sobre sus manos y rodillas. Pero no hubo piedad para ella, y el sobreesfuerzo físico fue mortal. Murió deshidratada y con los niveles de sodio bajo mínimos.
Su abuela, Joyce Hardin Garrad, de 49 años, la había castigado a correr durante tres horas seguidas por mentirle después de comerse una chocolatina.
Según informa ‘Daily Mail‘, la menor falleció tras ser trasladada al hospital de Alabama.
ASESINATO
La abuela se enfrenta ahora a la pena capital por un delito de asesinato. Los fiscales alegan que poseen una grabación de seguridad de un autobús escolar en la que se escuchaba cómo le decía a su nieta: «le voy a hacer correr hasta que no puedas más».