Llevaba 4 años dale que te pego, y muchas se preguntaban si no sería obra de un fantasma el que sus ropas estuvieran manchadas de semen.
Pero nada mas lejos de la realidad. Sus manchas se las habían hecho en el tren, mientras viajaban entre las líneas de Kinshicho y Akihabara, que conducen hacia la capital japonesa, Tokio.
UN AGUJERO
El hecho de que no se hubieran percatado de nada obedecía a que el autor de las ‘rociadas’ era un Tetsuya Fukuda, de 40 años, sujeto que se masturbaba disimuladamente aprovechando un agujero en su chaqueta que se había abierto a tal fin.
Tal era su habilidad que sólo después de haber analizado la Policía la falda de una joven de 18 años, y extraído el ADN, ha podido ser ahora detenido.
Fukuda simplemente declaró que
«me excito cuando estoy cerca de una mujer en un tren lleno».