La organización criminal internacional se dedicaba al robo en domicilios de alto nivel económico
La Policía Nacional ha detenido a cinco personas que intentaron comprar por 6.000 euros el riñón de un inmigrante marroquí sin recursos económicos y que fue secuestrado, golpeado y amenazado de muerte cuando se retractó y decidió rechazar la operación cuando estaba en fase de estudio clínico.
El comprador, que buscaba el órgano para su hijo afectado por una enfermedad renal, es el líder de un organización criminal internacional dedicada al robo en domicilios de alto nivel económico. Este grupo también ha sido desarticulado, con un total de 48 detenciones tras más de dos años de investigaciones.
EL CLAN
Se trata del clan Radosalevic, de origen serbio, e instalado desde hace años en Tarragona tras el arresto de 48 personas. Se dedicaban principalmente a robar en domicilios aunque las últimas detenciones, que han afectado a sus máximos responsables, guardan relación con el intento de compra de un riñón para currar al hijo del líder de la organización mafiosa, de unos 30 años de edad y también imputado en la causa.
Le llegaron a ofrecer 6.000 euros por el órgano, pero finalmente el donante se echó atrás por miedo a no recibir lo pactado. Fuentes de la investigación han informado de que los mafiosos serbios se aprovechaban de que su víctima apenas sabía hablar español para engañarle.
Incluso llegaron a hacerle creer que tan sólo iba a donar sangre o intentaron que firmase su compromiso ante un notario. Después de dar marcha atrás a última hora fue retenido durante unas horas en una casa de la organización donde le pegaron una paliza y le amenazaron con matarle por lo que volvió a aceptar.
El clan Radosalevic es uno de los muchos clanes mafiosos que se instalaron por toda Europa procedentes de países de la extinta Yugoslavia. En su caso llegaron a España en el 2002 y se establecieron en la Costa Dorada, concretamente en Tarragona y Castellón.
No obstante, su actividad delictiva era intinerante y sus robos en domicilios se producían en todo el territorio nacional con una característica propia: usaban mujeres menores de edad que compraban burlando el control judicial.
En algunos casos pagaban una dote a sus familias de unos 100.000 euros para que se casasen con integrantes de la organización y en otros directamente las adoptaban.
Así tenían a varias niñas de hasta 13 años de edad. Era la mujer del líder del grupo la encargada de seleccionarlas en función de sus aptitudes para el robo y cuantas más cualidades tuviesen, más se pagaba por la dote.
Este método hace prácticamente imposible impedir que acaben en la estructura de la organización, según ha admitido uno de los responsables de esta investigación cuyo resultado ha sido presentado este lunes en una rueda de prensa celebrada en el complejo policial de Canillas.
En la rueda de prensa han participado el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, cuyo departamento ha colaborado con la Policía en este asunto ya que el ciudadano marroquí que se mostró dispuesto a donar su riñón llegó a comenzar el proceso y se sometió a las primeras pruebas médicas para verificar si era apto para realizar el trasplante.
El inmigrante, en situación irregular, no será expulsado
Pese a que las autoridades sanitarias ya tenían conocimiento por parte de la Policía de que se trataba de una donación a cambio de dinero y por tanto nunca se llegaría producir, la ONT no abortó el proceso pues podría afectar al resto de asuntos que se investigaban en torno a este clan Radosalevic.
Matesanz ha explicado que este caso ni siquiera llegó al trámite de someterse a un Comité de Ética, último paso antes de derivar el asunto a un juez, quien tiene siempre la última palabra a la hora de autorizar un transplante en España una vez certifica que no hay presiones ni intereses económicos en la operación.
Este ciudadano marroquí, a quienes los investigadores han calificado como «víctima-testigo», se encuentra en España en situación irregular, pero según fuentes policiales por el momento no será expulsado ya que se encuentra bajo tutela judicial a petición del juez que instruye la causa.
El clan serbio contactó con él a través de uno de sus habituales colaboradores, también de origen marroquí. En la organización desarticulada también había tres españoles y tres colombianos que se dedicaban a «labores logísticas» como el robo de coches.
Los miembros del clab serbio entraban en casas sin usar la violencia e iban buscando dinero en efectivo, joyas o cajas fuertes. Se vestían con «prendas europeas» para no llamar la atención en los lugares que situaban como objetivos.
Cuando se hacían con un botín lo escondían enterrándolo por la zona y volvían a recogerlo seis o siete meses después. Antes de estas últimas detenciones relacionadas con el intento de la venta del riñón hubo cuatro operaciones contra este grupo en Logroño, Barcelona, Valencia y Madrid.
En la capital llevaron a cabo robos en lugares exclusivos como el Barrio de Salamanca y algunos domicilios de Chamberí. Sólo en dos de estos asaltos en Madrid se hicieron con 2,2 millones de euros.
La desarticulación de este grupo ha sido llevada a cabo por la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, las autoridades de Francia, Bélgica y la Policía de Baviera (Alemania) quien a raíz de una investigación en su pais encontró la pista en España del clan Radosalevic, detenido tras dos años de trabajos.