Contaba con una isla privada, un yate, cerca de 20 casas por todo Cuba, un chef personal y un doctor de tiempo completo, entre otros lujos
La crónica que nos ocupa nos llega de la mano de la periodista Mary Anastasia O´Grady, en su habitual columna para The Wall Street Journal.
Nos da así cuenta de la vida secreta del ex líder cubano Fidel Castro, a partir de los datos aportados por el recientemente fallecido Juan Reinaldo Sánchez, ex agente de seguridad del régimen castrista.
Según se hace eco ‘Infobae‘, la periodista tomó fragmentos del libro La vida oculta de Fidel Castro (The Double Life of Fidel Castro), publicado originalmente en España el año pasado, y en Estados Unidos semanas atrás.
Apenas unos días antes del fallecimiento por cáncer de pulmón del ex especialista en seguridad del régimen.
Sánchez conoció, como pocos, los más mínimos detalles de la verdadera personalidad del dictador cubano. Una personalidad muy diferente a la que siempre ha aparentado.
VENGATIVO Y ENSIMISMADO
El ex agente de seguridad, en su libro, habla de un Fidel «vengativo», «ensimismado», y con «pataletas infantiles». «La mejor forma de vivir con él era aceptar todo lo que decía y hacía», narra la publicación.
En todos sus discursos el ex presidente cubano pedía el sacrificio de todos en nombre de la revolución. Sin embargo, su ritmo de vida al parecer no era de muchos sacrificios. Contaba con una isla privada, un yate, cerca de 20 casas por todo Cuba, un chef personal y un doctor de tiempo completo, entre otros lujos.
Además de revelar cuestiones personales de Castro, Sánchez también abordó en su libro cuestiones más polémicas como el desvío de fondos y el tráfico de drogas.
En un pasaje de la publicación, cuenta que una compañía canadiense ofreció una donación para construir en Cuba un centro deportivo moderno. Ese dinero, en cambio, fue utilizado para crear una cancha de básquetbol privada para Fidel.
El quiebre de la relación de Sánchez con el régimen castrista se produjo cuando en 1988, el por entonces comandante discutía
«una enorme transacción de tráfico de drogas» con su ministro del Interior. Allí fue cuando al ex agente de seguridad se le cayó «la venda de los ojos».
El libro también cuenta que el régimen cubano traficaba armas y hasta «entrenaba, formaba y asesoraba a movimientos guerrilleros». Reclutas de Venezuela, Colombia, Chile y Nicaragua, entre otros países, practicaban el secuestro de aviones y aprendían a usar explosivos.
«El Chile de Salvador Allende a principios de los 70 era sin lugar a dudas el país en el que la influencia cubana había penetrado con mayor profundidad. Fidel dedicó un enorme esfuerzo y recursos»,
escribió.
Sánchez formó parte del cuerpo de seguridad de élite de Fidel Castro por 17 años. Pero el dictador cubano lo echó cuando uno de sus hermanos intentó huir a Miami en una balsa. Además, su hija vivía fuera del país.
Como consecuencia de esto, Sánchez estuvo dos años detenido. En prisión también era torturado.
En 2008 se fue a los Estados Unidos, convirtiéndose en el único miembro de la escolta personal del dictador en huir de la isla.