Cuando capturaron a Kayla, los combatientes de ISIS le sacaron las uñas
Una joven yazidí que estuvo secuestrada muchos meses por los fanáticos del Estado Islámico, dio cuenta en las últimas horas de las atrocidades que cometió el líder yihadista Abu Bakr al Baghdadi, quien obligó a casarse con él a la rehén norteamericana Kayla Muller y la mantuvo como su esclava sexual.
Es Muna, una adolescente de 16 años, quien reveló que la máxima autoridad de ISIS violó en reiteradas ocasiones a la joven de 26 años- cuya muerte fue anunciada en febrero de 2015.
En diálogo con ‘Daily Mail’, la adolescente que también fue esclava sexual personal de Al Baghdadi aseguró que el líder terrorista adoptó a Mueller como su novia secreta.
Muna conoció a la trabajadora humanitaria estadounidense cuando fue trasladada a una prisión femenina en Raqqa, en agosto de 2013.
«Cuando capturaron a Kayla, los combatientes de ISIS le sacaron las uñas», recordó la joven yazidí, quien agregó que la rehén norteamericana «se vio obligada a convertirse al islam».
Tiempo después, ambas jóvenes fueron trasladadas a la casa del diputado Abu Sayaff, en el barrio de Al Shadadiya, en Raqqa.
En octubre, Al Baghdadi visitó la casa y a partir de ahí violó en reiteradas ocasiones a Kayla delante de Muna.
«Lo vi violarla tres o cuatro veces. Nos dijo que cualquiera que intentara escapar, incluyendo Kayla, sería asesinado»,
narró la esclava sexual de ISIS que logró escapar del horror.
«Kayla no sabía que era el califa, pero sí que era importante»,
Las condiciones impuestas por el líder del Estado Islámico eran claras: convertirse al islam o morir brutalmente como James Foley.
A pesar de ser el terrorista más buscado del mundo, Al Baghdadi mantuvo su matrimonio con Mueller en secreto porque no quería que sus otras esposas supieran.
De acuerdo con lo relatado por la joven yazidí, no hubo ceremonia formal de la boda, pero el líder de ISIS la obligó a cubrir todo su cuerpo con una hijab y pasó días enseñándole el Corán.
Eran tantos los celos del líder yihadista que incluso le prohibió a su amigo y diputado Abu Sayaff que mirara a Kayla.
La adolescente yazidí no quiso hablar de los ataques sexuales que ella sufrió, pero sí dio detalles de los salvajes golpes que recibió por parte de Al Baghdadi.
Después de diez días de llegada a Raqqa, Muna intentó escapar una noche. Rápidamente fue recapturada por guardias de ISIS y regresó a manos del califa, quien la azotó con un cinturón y le dejó el cuerpo cubierto de hematomas.
El sanguinario líder de ISIS también le dio una bofetada y le golpeó la cara con cables y palos de madera, lo que le produjo fracturas óseas en el rostro.Pero Muna no se dio por vencida y el 8 de octubre del año pasado volvió a intentar fugarse de las garras de los yihadistas. En esta oportunidad, con éxito.
«Una noche Susan [otra esclava sexual] y yo le dijimos a Kayla que estábamos planeando un escape, pero nos contestó que la última vez que lo intentamos fuimos capturadas y golpeadas. Y que esta vez nos matarían»,
contó la joven yazidí.
Finalmente, Muna logró llegar a casa, que queda a unas tres horas de la prisión donde estaba cautiva, y desde allí logró contactarse con las fuerzas kurdas, que fueron a su rescate.
Ahora, tras reunirse con su hermano, reside en Alemania.