No puede negarse que el peligro azuza el ingenio, y más cuando tu vida está en juego.
El soldado iraquí del vídeo se ve en una situación muy comprometida en medio de una lluvia de balas, en mitad de la batalla contra los yihadistas del Estado Islámico.
Tras esconderse detrás de un muro, no se le ocurre nada mejor para salir de su escondite que empuñar el rifle con su gorra en la punta.
El francotirador comienza entonces a disparar, momento que aprovecha para darse el piro dejándole con un palmo de narices.