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Son tal para cual. Y así les va en Siria: moderados contra Bashar al-Asad, yihadistas del EI contra todos, Frente Al Nusra por su lado odiando a los segundos, facciones diversas que no saben ya dónde meterse ni a quién tirotear… un lío padre bajo el sangriento yugo de la ley islámica más atroz, que no permite siquiera estornudar sin permiso.
El último ejemplo de la expuesto es el vídeo que acompaña a estas líneas, donde los moderados suníes -que apoya EEUU contra viento y marea-, hacen el mismo paripé que el Daesh para castigar en público a quienes osan desobedecer la sharia: en «un esfuerzo para erradicar la maldad».
CON MUCHOS HUMOS Y POCO RUIDO
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, anunció hace poco que el grupo radical Estado Islámico había prohibido la venta de tabaco y fumar en público en las zonas que controla.
Amenazaron incluso a los comerciantes que venden tabaco con quemar sus establecimientos, y llevarlos ante el tribunal islámico en caso de incumplir la ley, algo que por lo visto ven con buenos ojos lo que también quieren derrocar al actual régimen, y que son los que nos ocupan.
El desventurado de turno es un pobre joven embutido en un chándal, a quien sorprendieron pitillo en ristre.
El verdugo le bajó los humos con una pistola con silenciador, descerrajándole dos tiros en la cabeza.
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