La Policía de la localidad sueca de Jonkoping recibió un aviso sobre una concentración de milicianos del Estado Islámico al norte de la ciudad, pero cuando acudieron al lugar su sorpresa fue mayúscula cuando lo que encontraron fue el encuentro de un club de barbudos que se habían reunido para hacerse fotografías:
«Nos colocamos para una sesión de fotos: treinta hombres del club con nuestra bandera y de pronto vimos a dos policías»,
ha explicado Andreas Fransson, uno de los miembros de Villanos Barbudos (Bearded Villains), en declaraciones al periódico local Jönköpings-Posten.
Uno de los conductores que transitaba por la autovía cercana vio al grupo y avisó a la Policía de que había miembros del Estado Islámico en la zona.
«Los agentes de Policía se rieron cuando llegaron y vieron que no había terroristas, sino una panda de tipos barbudos y felices haciéndose fotos»,
ha relatado Fransson.
El club, de ámbito mundial, se reúne aproximadamente una vez al mes para compartir experiencias y posar con la bandera del grupo, negra con una inscripción blanca. Este fin de semana era el turno de la sección sueca de la organización.
«Fuimos a Brahehus con un fotógrafo profesional para hacernos fotos con la bandera porque es la primera vez que la tenemos. Es tan evidente como lamentable que nos hayan confundido con terroristas, pero también es gracioso»,
ha opinado Fransson.