A Denis Mamadou Gerhard Cuspert, conocido artísticamente como Deso Dogg, se lo acaban de cargar en Siria durante un bombardeo aéreo… y de rebote.
No iban contra él, pero le han volado la cabeza, extremidad a la que era muy aficionado tal y como puede ver en el vídeo que acompaña estas líneas, mientras decapitaba rehenes aprovechando que luchaba junto a sus colegas del grupo Junud al-Sham contra las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad.
Su nombre de guerra era Abu Talha Al-Almani. Comenzó su carrera como músico de rap en el año 1995, pero su éxito se mezcló con diferentes problemas con la justicia, entre ellos crímenes y tenencia de drogas, lo que le valió estar confinado en la cárcel de Tegel.
Luego de varios vaivenes entre la música y su vida delictiva, grabó tres discos entre 2006 y 2009 y tuvo un relativo éxito en ventas y popularidad.
En 2010, tras un incidente automovilístico, decidió cambiar su estilo de vida: dejó el rap y se convirtió al Islam.
Pasó a formar parte de un grupo radical llamado Die Wahre Religión («La verdadera religión») y cambió su nombre al de Abou Maleeq.
En 2011, declaró públicamente su apoyo a las fuerzas muyahidines en Afganistán, Irak, Somalia y Chechenia, y dijo que Berlín era una ciudad de infieles. Ese mismo año apareció en un video portando armas, lo que derivó en una investigación judicial y el allanamiento a su domicilio donde hallaron municiones.
Más tarde Cuspert comenzó su fuerte inserción en los movimientos extremistas islámicos, y amenazó con imponer la «Jihad en Alemania».
En 2013, el ex rapero pudo irse del país, a pesar de las restricciones que pesaban sobre él, y fue entrenado en Egipto en un campamento militar terrorista para luego viajar a Libia.
Entre fines de 2013 y principios de 2014 Cuspert pasó a integrar las filas del Estado Islámico y participó en varias batallas, la primera de ellas habría sido, según los informes de las autoridades, en el campo de gas de Shaer en el mes de julio.