El grupo yihadista Wilayat Sina, filial de Estado Islámico en la península del Sinaí, ha reivindicado en las últimas horas su responsabilidad en la tragedia aérea acontecida este sábado 31 de octubre de 2015 en la península del Sinaí, en Egipto, donde se estrelló un avión ruso con 224 pasajeros a bordo.(El avión ruso con 224 pasajeros siniestrado en Egipto se rompió en el aire).
Lo ha hecho mediante un vídeo cuya autenticidad no ha podido ser demostrada. Los terroristas pudieron elegir ese objetivo como represalia ante la reciente actuación rusa en la guerra civil siria, donde Moscú ha desplegado una campaña de bombardeos aéreos contra las fuerzas opositoras, en su mayoría islamistas, que combaten al presidente Bashar Al-Assad.
«En algunos medios de comunicación han aparecido informaciones acerca de que el avión de pasajeros ruso que volaba de Sharm el Sheij a San Petersburgo fue alcanzado por un misil lanzado por terroristas. Esta información no puede considerarse verídica»,
desmintió este sábado Maxim Sokolov, ministro de Transporte ruso.
El avión, perteneciente a la compañía rusa Metrojet-Kogalim Avia, se estrelló a 300 kilómetros de la ciudad de Al Arish, capital de la provincia egipcia del Norte de Sinaí, una región ubicada en la península del mismo nombre y conocido avispero yihadista.
Los grupúsculos radicales aumentaron después de julio de 2013, cuando el general Al Sisi dio un golpe de Estado y derrocó al entonces presidente, el islamista Mohamed Morsi. Desde entonces, la violencia de las organizaciones extremistas se incrementó: en febrero de 2015, el Ejército egipcio lanzó una ofensiva para «arrancar las raíces del terrorismo». Con un éxito discreto.
Por el momento, compañías aéreas como la alemana Lufthansa o la francesa Air France han anunciado que evitarán sobrevolar la zona hasta que se descubra lo sucedido.
Los cadáveres de 144 de los 224 pasajeros del avión ruso estrellado este sábado en la península del Sinaí, en Egipto, han llegado a San Petesburgo durante esta madrugada. El procedimiento para identificar los cuerpos comenzará este mismo lunes, declarado día de luto por el presidente Vladimir Putin.
Las causas de esta tragedia, la peor de este tipo en la historia de la aviación rusa, son una incógnita. Sobre todo por la escasez de información proporcionada y lo opaco, e incluso contradictorio, de la que sí se ofrece.
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Las principales hipótesis que se barajan como causas del siniestro son dos: atentado terrorista o fallo técnico. Existen defensores de cada una de estas posibilidades. Según las versiones oficiales defendidas desde Moscú y El Cairo, el avión cayó por culpa de una avería.
Las declaraciones de Victor Soroshenko, director del Comité de Aviación Interestatal ruso, cuestionan esta posibilidad: «Aún es pronto para sacar conclusiones. Pero la destrucción se produjo en el aire», explicó este domingo. También afirmó que los fragmentos del siniestrado Airbus A-321 se desperdigaron en un área de 20 kilómetros cuadrados.
El diario estadounidense «The New York Times» ha recogido este lunes 2 de noviembre de 2015 la versión de analistas con opiniones enfrentadas.
«La rotura en el vuelo después de un falló técnico me parece altamente improbable», declaró el francés Alain Brouillard, antiguo investigador de accidentes aéreos. El especialista Mark Rosenker descartó la hipótesis terrorista.
El que fuera expresidente de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte de Estados Unidos recordó que el avión sufrió daños en su cola durante un aterrizaje en 2001, lo que pudo influir en lo ocurrido. Natalya Trukhacheva, esposa del copiloto del avión siniestrado, afirmó que su marido se quejó antes de despegar del estado del aparato.