Se llamaba Rokhshana, y tenía 19 años de edad. Este fin de semana fue ejecutada a pedradas en la provincia afgana de Ghor, a manos de los talibanes.
Según da cuenta ‘Radio Free Europe‘, la condena a muerte se llevó a cabo ya que había sido encontrada ‘culpable’ de haber mantenido relaciones extramatrimoniales con su novio, Mohammad Gul, de 23 años.
La sharia no perdona. Su prometido tuvo mejor suerte, ya que los verdugos se conformaron con darle una sarta de latigazos que lo dejaron medio muerto, aunque salvó su vida.
La terrible secuencia y agonía de la mujer fue grabada por uno de los presentes con un móvil, y en la misma puede oírse cómo la infortunada gime de dolor ante la indiferencia de las bestias islámicas de turno.