El vídeo tiene ya bastantes meses se titulaba ‘La amputación de sus manos como recompensa por lo que han cometido’, y está protagonizado por un matarifes del Daesh que se despacha a gusto en Homs, provincia al oeste de Siria cuya capital es la tercera ciudad más grande de Siria), y donde los grupos opositores de Damasco no se quedan cortos (La escalofriante amenaza del ISIS al Mundial: «Messi y Ronaldo serán decapitados en pleno partido»).
Las víctimas son esta vez dos ladrones de poca monta, a quienes cortan una de las manos aplicando la dichosa sharia o ley islámica, vaya usted a saber el porqué (El tiro con un arma octogenaria con el que el britanico mata a un cabecilla del ISIS a 2 kilómetros de distancia).
El verdugo es un melenudo de lo más sobón que se ve disfruta con su trabajo, y que aplica a destajo a los condenados mercromina en previsión de males mayores, que ya es decir.
Tras cercenarles la mentada extremidad, acto que se lleva a cabo ante numeroso público niños incluidos, se las vendan sus casposos ayudantes con mimo y esmero, para que paseen los muñones con decoro y recato a modo de siniestra advertencia.