El yihadista Ahmad Abu Hamza tenía la mosca tras la oreja, pero desde luego no se esperaba que se quedaría sin cabeza mientras soltaba un discurso vendiendo las bondades del grupo terrorista Frente Al Nusra, al que pertenecía.
El opositor al Gobierno del presidente sirio, Bashar Al Asad, lo ve venir, aunque no le da tiempo a nada.
La grabación continuó después del brutal impacto del mortero, que no dejó a nadie en pie.