Stace Gwilym, de 34 años, se despertó en su propia tumba. Todo estaba oscuro y no podía respirar. No sabía donde estaba, pero se afanó por escabar la tierra con sus uñas, apartando las hojas y maleza que tenía encima. Pensó que iba a morir. Al final, logró ver la luz del día.
Su prometido, un culturista bastante narcisista llamado Keith Hughes, de 39 años, la había estrangulado y enterrado inconsciente pensando que había acabado con su vida.
Fueron momentos tan angustiosos que solo ahora, cuando a él ya le han declarado culpable de intento de asesinato, y se enfrenta a cadena perpetua, ella puede contarlo. Contar cómo sintió que iba a morir.
Por su parte, su prometido, con antecedentes policiales, ha reconocido los hechos. La pareja iba dando un paseo cuando empezó a discutir. Ambos se dijeron cosas muy ofensivas. Él perdió los nervios y acabó estrangulándola. Pensando que estaba muerta la enterró en mitad del bosque.
Ahora, él se enfrenta a cadena perpetua, según el juez por la «naturaleza terrible del ataque». Ella, según ha confesado al ‘Mirror‘, solo quiere olvidar: «F ue absolutamente aterrador, pero quiero seguir adelante con mi vida».