Un francotirador británico terminó con la vida de cinco terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) con tan solo tres balas, según reportaron diversos medios ingleses. El soldado del Servicio Aéreo Especial (SAS) del Ejército del Reino Unido ejecutó la tarea en un área cercana a Mosul, la capital de facto del grupo yihadista.
Al menos dos de esos terroristas llevaban consigo cinturones con explosivos, dispuestos para atacar un objetivo desconocido, según da cuenta ‘Express‘. Los disparos del especialista fueron realizados desde 800 metros. La precisión del comando fue demasiado para los extremistas islámicos quienes murieron en el acto y no tuvieron tiempo de reacción.
La operación secreta tuvo lugar hace dos semanas en una fábrica de explosivos a las afueras de Mosul. La decisión fue tomada luego de que los yihadistas salieran del establecimiento vestidos con sobretodos pese a las altas temperaturas. Esto despertó la sospecha del soldado de la SAS, quien luego comprobó que los sujetos tenían explosivos escondidos entre sus ropas y se encaminaban a realizar un ataque hacia un blanco no identificado.
El primero de los disparos impactó sobre el pecho de uno de los radicales. Su explosivo se activó y terminó matando a otros dos de sus cómplices quienes esperaban instrucciones dentro de un vehículo afuera del lugar. El cuarto de los terroristas fue impactado por un disparo en su cabeza cuando intentaba -junto con otro- ingresar en la fábrica en cuestión. Al tercer yihadista un disparo certero le provocó la detonación de su mecanismo.
«Fue una clásica misión de SAS. La unidad ha estado operando en el área desde hace semanas. La mayor parte trabajando como ‘señaladores’ de ataques aéreos y reuniendo información de inteligencia. Tres semanas atrás personal de inteligencia consiguió la información de que una fábrica de explosivos había sido levantada en un poblado cercano».
La unidad fue enviada para ver si podrían identificar la casa y los miembros», manifestó una fuente de la operación y añadió:
«Había muchas viviendas de civiles cerca y niños alrededor, por lo que se descartó un ataque aéreo. En lugar de eso, el comando de las SAS decidieron usar un equipo de francotiradores, y la operación fue un éxito».