La grabación parece en sus inicios un videojuego, pero nada más lejos de la realidad. El protagonista es un yihadista del autodenominado Estado Islámico, quien cámara GoPro en ristre ha filmado su propia muerte de un disparo en la cabeza. Sucedió durante un enfrentamiento con las milicias kurdas en la provincia siria de Raqqa.
El yihadista caído y sus compañeros tratan de asaltar un puesto de los citados y, con la intención de alcanzar una mejor posición, el terrorista avanza precipitadamente abriendo fuego con su fusil.
Pero de repente un golpe seco resuena en el aire, y cae al suelo. Al final del vídeo se puede observar a otros combatientes del Estado Islámico alrededor del compañero abatido.
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